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LA POSGUERRA DE IRAK

EE UU bombardea una mezquita en la batalla por el control de Faluya

Testigos dicen que murieron 40 personas, pero los militares señalan que no han hallado cuerpos

Ángeles Espinosa

A punto de cumplirse un año de la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad, Irak continúa siendo un país en guerra. Además de los enfrentamientos reales que desde el domingo han dejado al menos dos centenares de muertos, treinta de ellos soldados de la Coalición, una guerra mediática juega con la sensibilidad a flor de piel de las distintas comunidades iraquíes. Ayer, después de que un portavoz militar confirmara la muerte de por lo menos 40 combatientes suníes en el bombardeo de una mezquita en Faluya, un comunicado de las fuerzas de la Coalición desmintió que se hubiese atacado el templo y aseguró que los soldados no habían encontrado ningún cadáver dentro.

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"Los infantes de Marina observaron que fuerzas contrarias a la Coalición disparaban desde el complejo de la mezquita de Hayi Mushín Abdulaziz al Kubaysi de Faluya", explicaba el comunicado emitido anoche por el centro de prensa del mando militar conjunto (CJTF-7). "Con el fin de acceder al recinto que alberga la mezquita, los marines utilizaron apoyo aéreo para abrirse paso a través de un muro situado a varios cientos de yardas del edificio del templo", prosigue el texto, inusualmente detallado. "Un integrante de la fuerza anti Coalición resultó muerto en el ataque. No hay información de bajas civiles", aseguraba.

Sin embargo, horas antes un oficial estadounidense había confirmado la información que estaba difundiendo la única cadena de televisión que tiene un corresponsal en Faluya, la qatarí Al Yasira, sobre el bombardeo de la mezquita y la muerte de entre 40 y 45 insurgentes. "Queríamos matar a los que estaban dentro", admitió el teniente coronel Brennan Byrne. Desde que en la madrugada del lunes el Primer Cuerpo Expedicionario de Marines acordonara esa ciudad feudo de la resistencia, los marines se habían quejado de que les disparaban desde la mezquita.

Byrne llegó a admitir que habían usado aviones de combate. Impedidos de acceder a Faluya desde el lunes por el bloqueo militar, los periodistas destacados en Bagdad dieron por buena una información que provenía de una emisora que tiene una cámara dentro de la ciudad y un portavoz de las fuerzas que en ese momento la atacaban. Anoche, confrontado por los periodistas empotrados con la unidad de marines que lleva a cabo la Operación Resolución Valiente contra Faluya, el teniente coronel Byrne se limitó a decir que tal vez los otros rebeldes se habían llevado los cuerpos.

Llamamiento de Cruz Roja

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"Cuando hemos llegado a ese edificio, he creído que habíamos matado a todos los malos. Pero cuando hemos entrado, no hemos encontrado ninguno", declaró a la agencia France Presse. A la pregunta de cómo habrían podido escapar, respondió: "Ni idea". Al Yasira afirmaba que vehículos civiles habían sacado los cadáveres.

La misteriosa acción de ayer parece una respuesta al ataque de la resistencia durante la madrugada y que dejó 12 marines muertos en la vecina Ramadi. Prueba de la gravedad de la situación, el Comité Internacional de la Cruz Roja hizo anoche un llamamiento a los contendientes para que le permitan el acceso al hospital de Faluya, una ciudad de medio millón de habitantes.

"Los habitantes de Faluya están pasando por circunstancias muy difíciles e instamos a la ONU, al mundo civilizado y a los árabes a que levanten sus voces contra estas acciones bárbaras y criminales", pidió el jeque Harez Suleiman al Dari. Este destacado clérigo suní condenó las operaciones tanto contra los suníes como contra los chiíes, un nuevo gesto de la creciente coincidencia de intereses entre los extremistas de las dos comunidades.

No es sólo teoría. En los enfrentamientos de la madrugada del martes en Bagdad, varios autobuses de los barrios chiíes de Al Hurriya y Al Ghazaliya trasladaron milicianos al feudo suní de Adhamiya, donde anoche hubo nuevos choques. A la mañana siguiente, varios comerciantes de la zona se refirieron a los tres muertos en la refriega como muyahidín (combatientes) a pesar de que testimonios coincidentes los describían como milicianos chiíes. Este acercamiento también se ha percibido en las declaraciones de líderes religiosos próximos al movimiento de Múqtada al Sáder que ya no esconden su simpatía por las acciones de los resistentes suníes.

De la misma forma que los choques de las fuerzas de la Coalición con los milicianos de Múqtada se extendieron desde Nayaf a otras ciudades chiíes, ayer los acontecimientos de Faluya empezaban a encender mechas en otras comunidades suníes. En la localidad de Hawiya, 50 kilómetros al sur de Kirkuk, las manifestaciones en apoyo de la resistencia suní terminaron en una refriega contra las tropas estadounidenses que dejó 8 muertos y 13 heridos, tres de ellos soldados norteamericanos. Más cerca de Bagdad, en Baquba, los disparos de los insurgentes forzaron a un aterrizaje de emergencia a uno de sus helicópteros.

Los cuerpos de algunos de los iraquíes muertos durante los combates de ayer en Faluya yacen en el suelo.
Los cuerpos de algunos de los iraquíes muertos durante los combates de ayer en Faluya yacen en el suelo.REUTERS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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