Aguirre basa parte del aumento de la recaudación en la subida de los pisos

Una parte del capítulo de los ingresos del presupuesto de la Comunidad descansa en el auge del mercado inmobiliario y la imparable escalada del precio de la vivienda en la región. La presidenta recalcó el jueves que su Administración no subirá "ningún impuesto". El diputado socialista Adolfo Piñero replica que las cuentas de 2004, apoyadas en el frenesí inmobiliario, esconden "una trampa". Por tributos relacionados con la vivienda la Comunidad de Madrid recaudará a lo largo de este año más de 2.500 millones de euros, un 15% más que en 2003.

La Comunidad gestiona dos impuestos indirectos relacionados con la vivienda: el de trasmisiones y el de actos jurídicos documentados. Son parte de la carga impositiva que un ciudadano debe abonar cuando compra una casa. El primero de estos impuestos carga sobre el comprador un 7% del precio escriturado de una vivienda usada; el segundo, un 1% del precio de escritura de una vivienda nueva o el 1% de la cuantía de un crédito hipotecario, por ejemplo.

La Consejería de Hacienda calcula que en 2004 recaudará del impuesto de transmisiones patrimoniales 1.495 millones de euros. Eso supone un 14,5% más que le previsión de 2003 de esta carga impositiva. ¿A qué se debe esta subida en la recaudación? La Consejería de Hacienda, en su memoria sobre el presupuesto, lo responde: "A un mantenimiento de las operaciones inmobiliarias y a la creciente evolución del valor real de los inmuebles, base imponible del impuesto".

A juicio de Adolfo Piñedo, diputado regional y portavoz de asuntos de Hacienda por el PSOE, Esperanza Aguirre debería introducir algún cambio en este impuesto a fin de no incrementar mucho este impuesto. "El impuesto de transmisiones se calcula con dos componentes: uno, una tarifa fija; el otro, la base imponible, que depende del precio de la vivienda. Y dado que la región vive un desenfrenado e imparable crecimiento de la vivienda, el impuesto sube paralelamente. Es decir, Aguirre se apoya un poco en la tan criticada burbuja inmobiliaria para recaudar más. No estaría mal que para compensar, y dado que la vivienda no va a dejar de subir, que compensara rebajando la tarifa. Eso sí que sería bajar los impuestos".

Irrefrenable mercado

Otro impuesto que subirá su recaudación espectacularmente es el de actos jurídicos documentados: un 46,6% respecto a las previsiones de 2003. También en este caso, como señala Hacienda en sus presupuestos, hay que buscar la causa en el irrefrenable poder del mercado inmobiliario y sus consecuencias: "Respecto al crecimiento esperado de este impuesto, debe tenerse en cuenta (...) los hechos imponibles relacionados directamente con el mercado inmobiliario". "Por último", añade la Consejería de Hacienda en su memoria, "también se ha tomado en consideración la buena evolución de la constitución de préstamos hipotecarios para la adquisición de vivienda, debido en buena parte al mantenimiento de bajos tipos de interés".

También el diputado Piñedo denuncia, en este caso, que la cuantía de los impuestos "viaje pareja a la subida del precio de la vivienda".

Por su parte, Engracia Hidalgo, consejera de Hacienda del PP, declinó ayer contestar a Piñedo. "Ya lo hará después de Semana Santa, cuando la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, presente la Ley de Medidas, que complementa la parte impositiva de este presupuesto", aseguró un portavoz de Hacienda.

Esperanza Aguirre, en la presentación de los presupuestos, se mostró partidaria del déficit cero, de bajar los impuestos y de recortar los gastos de la Administración autonómica -"administración austera, sociedad próspera"- , dijo. Y repitió lo que ha sido una de sus promesas electorales: la bajada de un punto en el tramo autonómico del IRPF, la congelación del céntimo sanitario y la retirada paulatina del impuesto de sucesiones. Aguirre también recalcó que la marcha de la economía, "que va muy bien", influye en la mayor recaudación.

Por su parte, Piñedo criticó en líneas generales el primer presupuesto de la era Aguirre y lo calificó de "recesivo", "poco inversor" y con "menos endeudamiento". "Sobre todo si se compara con los presupuestos expansivos, inversores y con mucha deuda que presentaba Ruiz-Gallardón", y resumió que las cuentas de Aguirre reflejan un perfil "más conservador". Piñedo añadió que el nuevo presupuesto no es muy "inversor". "Según los datos, de cada 100 euros, sólo 13 van destinados a inversiones, mientras que con Gallardón la inversión oscilaba entre el 18% y 19%", concluyó Piñedo.