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El Gobierno propone una playa artificial para proteger los arrozales del delta

El Gobierno catalán instará de inmediato a la Dirección General de Costas, dependiente de la Administración central, a crear una playa artificial que sirva de protección para los arrozales del delta del Ebro, habitualmente inundados por las entradas de agua de mar cuando hay temporal. Así lo explicó ayer el delegado de la Generalitat en las tierras del Ebro, Lluís Salvadó, quien recordó que el Ministerio de Medio Ambiente contempla esta idea desde mediados de los años noventa.

Con la progresiva regresión del delta, debido a que el río deja en los embalses la mayoría de sus sedimentos, el mar ha ido ganando terreno y ha dejado casi desprotegidos los arrozales de Deltebre (Montsià). El temporal de esta semana inundó cultivos cercanos a la playa de la Marquesa de este municipio, donde el mar destrozó un muro de contención de arena que la Dirección de Costas había construido para evitar la entrada de agua salada.

La Generalitat se propone ahora poner fin a estas situaciones, que se repiten cíclicamente. Lluís Salvadó, que ayer visitó los puntos del delta más afectados por el temporal, explicó que la creación de una playa artificial comportará la expropiación de varios arrozales, que se llenarían de arena y formarían así una barrera para las olas semejante a la que existía de forma natural antes del inicio de la regresión, hace unas décadas. El proyecto de la Administración catalana prevé la construcción de 100 metros de playa artificial, lo que sería suficiente para evitar las entradas de agua salada en los cultivos, según Salvadó. De momento, la Generalitat también instará a la Dirección de Costas a restaurar el muro de contención de arena. Ahora los agricultores afectados por el temporal deberán llenar sus campos con agua dulce para drenar así la salada.

Criaderos de mejillones

Ésta fue una de las consecuencias del pasado temporal, pero no la única. La peor parte del mal tiempo se la llevaron los criaderos de mejillón. Un primer cálculo de daños sitúa las pérdidas entre 150.000 y 300.000 euros, causadas sobre todo porque la violencia de las olas -que alcanzaron el lunes seis metros de altura en las playas del delta- rompió alrededor de la décima parte de los criaderos de la bahía de los Alfacs.

Los pescadores de la zona también se vieron obligados a permanecer en puerto. El presidente de la cofradía de Sant Carles de la Ràpita (Montsià), Josep Tomàs Fèlix, explicaba que el lunes pasado fue el primer día de toda la temporada en que ni un solo barco de una flota de 115 pudo salir a pescar, lo que motivó que uno de los puertos pesqueros más importantes de Cataluña dejara de ingresar centenares de miles de euros.

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La treintena de pescadores de la cofradía de Badalona también se han visto perjudicados por el temporal, ya que ayer llevaban tres días sin poder hacerse a la mar, informa Cristina Perales.

Según esta cofradía, aún es pronto para cuantificar las pérdidas económicas que ha comportado el fuerte temporal. Uno de sus miembros, Ramon Costa, explicaba: "La semana pasada fue muy mala y, una vez que pase el temporal, habrá mar de fondo, que lo removerá todo, y será difícil pescar".

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