Gobierno y Confebask dicen que la UE ampliada amenaza a las firmas vascas

El Gobierno vasco y la patronal Confebask lanzaron ayer un aviso a las empresas para que adapten sus estructuras al nuevo contexto europeo que se abre en mayo. La incorporación de 10 nuevos países a la UE, con costes laborales más bajos y más atractivos para la inversión extranjera, afectará a la mitad de las empresas vascas y al 67% del empleo industrial. El secretario general de Confebask, José Guillermo Zubia, cree que se está "ante un momento crítico". "Veremos si somos capaces de dar un salto cualitativo o entramos en cierta decadencia", añadió.

"La entrada en la UE de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Chipre y Malta, va a representar en mayo una amenaza para las empresas vascas sustentada fundamentalmente en sus reducidos costes salariales y en que estos países ya están integrados en las estrategia de las empresas multinacionales y grandes empresas europeas". Así de contundente es una de las conclusiones del informe Impacto de la ampliación comunitaria en la actividad económica y empresarial del País Vasco elaborado por Confebask y el Departamento de Industria, que intenta poner en situación de alerta a las empresas vascas; de manera especial a los sectores que pueden resultar más afectados, como la siderometalurgia, la fabricación de maquinaria y bienes de equipo, la automoción, o la informática y a las telecomunicaciones. En total, estos sectores amenazados representan el 67,2% del empleo industrial en la comunidad autónoma y el 48% de todas las empresas, el 74,4% de las exportaciones y el 67,6% de las inversiones.

El mercado europeo ampliado tendrá 450 millones de consumidores, de los que 75 millones proceden de los diez nuevos países, es decir el 20% de toda la población europea. Y el número de empresas que a partir de mayo van a dejar de ser extranjeras para formar parte del mercado doméstico de la UE asciende a un total de 2,2 millones, de las que 435.000 son industriales, frente a las 16.000 vascas.

El PIB per cápita de los países que se incorporan es del 46% de la media de la UE actual, mientras que el de Euskadi es del 105%, y la tasa de paro de los nuevos países, del 15%, frente al 8,3% de la comunidad autónoma y el 7,7% de la UE. Además, resaltó José Zubía Guillermo Zubía, "tienen unas menores exigencias medioambientales" y este factor "va a condicionar fuertemente la competitividad".

Costes cinco veces menores

El viceconsejero de Administración y Planificación, José Ignacio Zudaire, precisó que las más de dos millones de empresas que se incorporan lo hacen con unos costes laborales que en ocasiones son "hasta cinco veces más baratos" que los existentes en Euskadi.

En este contexto, la UE de 25 socios va a suponer para la economía vasca "un test de competitividad", explicó durante la presentación del estudio el presidente de Confebask, Román Knörr. Para Knörr la entrada de diez nuevos países nos va a obligar "a examinarnos y compararnos los demás". "Vamos a tener que redoblar nuestra eficacia y buscar la mejor manera de posicionarnos ante un escenario todavía más exigente que afectará de lleno a importantes sectores de nuestra economía".

El estudio recomienda la consolidación de los mercados de las empresas vascas mediante la calidad, la innovación y la diferenciación de los productos, aumentando su valor añadido. Pero, además, considera importante competir desde los nuevos mercados, es decir, instalando factorías productivas allí donde están los potenciales compradores.

La consejera de Industria, Comercio y Turismo, Ana Aguirre, indicó que para desarrollar esa necesaria presencia en la Europa a 25 las empresas vascas tienen que superar desventajas como el desconocimiento de los nuevos socios, además de su reducida dimensión o la competencia "en precio y calidad" de sus productos. En su opinión, las empresas tienen que fomentar la cooperación y la internacionalización básicamente a partir de acuerdos y medidas que les permitan ganar tamaño, "como la fusión, e incluso la adquisición", dijo.

Si las fuertes reconversiones de los años ochenta y la entrada en la UE significaron en España y en el País Vasco la primera transformación del tejido industrial, a juicio de José Ignacio Zudaire "estamos ante la segunda transformación". Para Ana Aguirre, todas las estrategias destinadas a ganar tamaño deberían recibir "un nuevo empujón".

Por su parte, el secretario general de Confebask, José Guillermo Zubía, apeló a la responsabilidad de los sindicatos en la negociación colectiva y calificó de "preocupante" la actitud de la mayoría sindical que forman las centrales nacionalistas ELA y LAB, a quienes reprochó que ni siquiera acepten sentarse a analizar y hacer un diagnóstico conjunto de la situación.

Tras la crítica de Confebask a las "actitudes" y estrategias negociadoras de los sindicatos nacionalistas, Ana Aguirre se limitó a señalar que, "cuando se vive un momento de transformación económico y social, es imprescindible que todos partan de un diagnóstico común".