Ayala: "Ya no existen las dos Españas"

Habrá cumplido ayer 98 años, pero Francisco Ayala estaba dispuesto a todo cuando se encontró con los periodistas a mediodía en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Estuvo flanqueado por los directivos de la Fundación Francisco Ayala, que le organizaron esta celebración; por su esposa, Carolyn Richmond, y por el autor del primer libro que esta fundación publica, David Viñas, cuya obra Hermenéutica de la novela en la teoría literaria de Francisco Ayala fue recibida por el veterano escritor como el mejor regalo de cumpleaños. En medio del agasajo, se sometió a una tertulia que él se encargó de convertir en aguda y divertida. En el curso de la misma hizo esta reflexión: "Las dos Españas ya no existen".

Ayala, que se exilió tras la Guerra Civil, descartó en esa charla que la situación actual recuerde aquel periodo de las dos Españas. Pero fue escéptico, e incluso dramático, con respecto a la situación del mundo. Deriva de la condición humana, que opone siempre "generosidad y lucidez frente a barbarie y estupidez". Estos días le tienen convulso y preocupado, por el drama que nos ha hecho vivir el terrible atentado de Madrid "y por el silencio discreto que circula alrededor de las interpretaciones que se hacen del mismo". Celebró el resultado electoral, porque el electorado "tuvo una actuación irreprochable". En cuanto al recurrente asunto de las dos Españas, el autor de De mis pasos en la tierra añadió: "Las diferencias persisten, pero hay que decir que las diferencias siempre son mejores que la unidad básica".

Le hicieron la broma entre el 98 de la famosa generación pesimista española y el 98 de su edad. Él cree que de aquel pesimismo salieron frutos muy importantes. A esa edad, dijo, llega tranquilo: "He hecho lo que debía y a lo mejor me he equivocado alguna vez, pero no tengo cosas serias de las que deba arrepentirme". Le preocupa ahora la estupidez humana, "que es indescriptible", dijo, poniendo mucho énfasis en la expresión, y alertó sobre los cambios que se producen en la sociedad: "Muchas veces son ilusorios y circunstanciales".¿Y este país? "Pasa por un momento crucial, porque forma parte de un mundo global y le afecta lo bueno, pero sobre todo lo malo". Y añadió un consejo para los jóvenes, porque se lo pidieron: "Aguantar, no rendirse y no contagiarse de la tontería".

Por la tarde iba a consumir la botella de champán de nombre Ayala que le regaló su mujer. También le regalaron whisky, su bebida favorita. Pero el regalo que más apreció fue el libro sobre su obra. "Es lo último que he leído", dijo, celebrando que ahora lee como un chaval, después de la operación ocular a la que fue sometido recientemente.

La Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla también organizó ayer una jornada de homenaje a Francisco Ayala, informa Santiago Belausteguigoitia. A su 98º cumpleaños se unió la celebración del 10º aniversario de su investidura como doctor honoris causa. El acto, que incluyó un seminario y la proyección de distintas obras audiovisuales en torno a Ayala, reunió a profesores y decenas de estudiantes.