Chaves logra mayoría absoluta y hunde al PP
Izquierda Unida y el Partido Andalucista registran menos votos, pero mantienen los escaños de hace cuatro años
Manuel Chaves recuperó ayer con creces la mayoría absoluta que perdió hace 10 años en sus segundas elecciones como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía. La sonrisa enigmática que el socialista ha exhibido durante toda la campaña se convirtió ayer en un gesto de alegría, aunque contenido por la masacre terrorista de Madrid. El PSOE ganó por séptima vez consecutiva las elecciones al Parlamento andaluz, lo hizo además a costa del PP, y contribuyó de manera decisiva al triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero. Chaves hizo pleno en los dos objetivos que se había marcado.
El PP de Teófila Martínez fue el gran derrotado en las elecciones y bajó en escaños y en votos. Sumará en la próxima legislatura 24 años seguidos en la oposición. IU y Partido Andalucista mantenían a la baja sus apoyos y no serán necesarios para formar Gobierno. La participación alcanzó el 75,50%, la segunda más alta de las elecciones autonómicas.
Con el 96,59% de los votos escrutados, el PSOE obtenía el 50,24% de los votos y 61 escaños (nueve más) -la mayoría absoluta está en 55-; el PP superaba el 31,77% de los votos, casi siete puntos menos, y obtenía 37 diputados (nueve menos). IU bajaba en apoyos (7,55%) y mantenía sus seis escaños, mientras que el Partido Andalucista, que ha gobernado en los últimos ocho años en coalición con el PSOE, mantenía también sus cinco escaños y el 6,18% de los votos. Ni Pedro Pacheco ni Manuel Pimentel obtuvieron representación.
La noche electoral se vivió en la sede del PSOE de Andalucía, que instaló su cuartel general en un hotel de Sevilla, con el corazón encogido y sin dar crédito a los avances de los resultados que daba el Ministerio del Interior de las elecciones generales. Andalucía volvió de nuevo a apoyar al PSOE al Congreso en todas las provincias andaluzas, en las que se produjo una concentración del voto de izquierdas. Las llamadas a la prudencia y a la contención fueron constantes desde primeras horas de la noche cuando tan sólo se conocían los datos de las encuestas, en las que, según advertían los expertos, había mucho voto oculto.
La contención estalló en alegría y euforia cuando el Gobierno central admitió la victoria del PSOE y minutos después de que apareciera en la televisión Zapatero. Pero cuando el ambiente festivo subía al punto del griterío era cuando el jefe de los servicios informativos de TVE, Alfredo Urdaci, aparecía para dar los datos: "¡A las Azores, a las Azores!", le gritaban.
Chaves, que concurría por quinta vez, terminó con éxito las dos carreras en las que ha participado en esta campaña, en la que ha reclamado el apoyo para Zapatero porque "necesita" tener un gobiermo "amigo" en Madrid.Chaves contribuyó a la victoria del líder del PSOE y devolvió a su partido la mayoría absoluta que consiguió en 1990 sin practicamente bajarse del autobús, una meta acariciada por el presidente en funciones de la Junta desde hace dos elecciones.
El socialista ya tenía datos de que podía producirse un cambio político en el país la noche del miércoles, la víspera de los atentados sufridos en Madrid Y también sabía que su partido lograba la mayoría absoluta en la comunidad, aunque los datos de sus encuestas no pronosticaban los 61 escaños.
El PSOE superó los dos millones de votos (2.144.479) por primera vez en unas elecciones autonómicas y en porcentaje obtuvo el 50,33%, su mejor cifra desde 1982 cuando alcanzó el 52,70% y 66 escaños. El voto en generales fue mayor 2.358.752, como en todas las elecciones, excepto en 2000.
La jornada en Andalucía se desarrolló con normalidad y apenas hubo incidentes de mención que destacar. Todos los candidatos hicieron llamadas a los ciudadanos para que acudieran a votar masivamente en la jornada de ayer, en unas elecciones que se celebraron bajo los impactos del brutal atentado de Madrid y las protestas por la política informativa del Gobierno.
"Hoy no es un día para sentirte orgulloso de ser votante del PP", reconocía un dirigente popular al mediodía de ayer, que confiaba en el voto oculto, ante las diferentes oleadas de las encuestas a pie de urna que iban llegando a ese partido. Los sondeos ya concedían la mayoría absoluta al PSOE y una pérdida de escaños para el Partido Popular.
Por el contrario, entre los socialistas se instaló la cautela ante esos mismos datos. Muchos de ellos recorrieron los barrios donde lograron su mayor apoyo, pero en los que también se da una abstención muy elevada y pudieron comprobar que, como ocurrió en toda Andalucía, la participación de los ciudadanos fue mayor que la de hace cuatro años. La abstención ha sido el principal adversario al que se ha enfrentado el PSOE en estas elecciones, como no han dejado de recordar durante la campaña electoral.
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