Argentina presentará en un mes una nueva oferta a los acreedores

El FMI ha emplazado al Ejecutivo argentino a presentar su oferta definitiva y "razonable" a los acreedores privados de deuda pública en un mes como máximo. Ésta es la primera condición que el Fondo le puso al Gobierno para aprobar las metas económicas del país. Esto ha sido clave en el acuerdo del martes, por el que Argentina aceptó pagar una deuda de 3.100 millones de dólares con el FMI y evitar así la suspensión de pagos.

La semana próxima está previsto que el Fondo apruebe la segunda revisión trimestral de las cuentas públicas del país y reembolse en forma de crédito el pago de los 3.100 millones. Después, le tocará a Argentina cumplir con la parte del acuerdo y presentar su oferta de pago a los acreedores privados. El FMI aceptó que para que la oferta sea válida un "porcentaje razonable" de acreedores debía aceptarla. Esto, para empezar, rebaja la propuesta anterior que decía que "el 80% de los tenedores de deuda" debía aceptar la oferta para considerarla buena.

A partir de aquí, viene la etapa principal, según la definió ayer el jefe del gabinete de ministros argentino, Alberto Fernández, que es la "de la puesta a punto de la propuesta de pago". Argentina insiste en una quita media del 75% sobre el valor nominal de la deuda, de unos 82.000 millones de dólares. Los acreedores consideran "inaceptable" la oferta que, según sus cálculos, llegaría a una quita del 90% si se suman los intereses que Argentina también dejó de pagar desde diciembre de 2001, que suman unos 18.000 millones más.

El presidente Néstor Kirchner insiste en que Argentina sólo puede pagar 25 centavos por cada dólar que debe. No obstante, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, reconoce que se estudia cómo hacer más atractiva la propuesta sin dejar de tener en cuenta la capacidad de pago del país. Según Lavagna, los que confíen en que el crecimiento de la economía argentina se mantendrá en el tiempo recuperarán antes su inversión.

Superávit fiscal

El objetivo del Gobierno argentino, en todo caso, es presentar una nueva oferta en unos 30 días y cerrar un acuerdo con los acreedores "a más tardar en julio o agosto", según confió ayer una fuente del Ministerio de Economía, "para llegar en una mejor posición a la decisiva discusión con el Fondo sobre el superávit fiscal y las metas macroeconómicas para 2005". Argentina deberá para entonces establecer el superávit fiscal que se compromete a alcanzar el próximo año y que debe destinar al pago de la deuda pública.

Antes de eso, en junio, Argentina deberá someterse a la tercera revisión trimestral del programa de asistencia financiera, aunque ya de forma más relajada porque no debe afrontar, al menos por seis meses, pagos importantes a los organismos multilaterales de crédito. En abril se suman vencimientos de deuda de 308 millones de dólares, otros 285 millones en mayo y 615 millones más en septiembre.

Pero tiene que cumplir con otros compromisos: emitir los bonos de compensación a los bancos afectados por la pesifi-cación de la economía, iniciar la reforma del sistema financiero, pactar la nueva coparticipación de impuestos con las provincias y enviar el proyecto de ley al Parlamento.