Las ayudas a las energías renovables sumarán 5.742 millones hasta 2010

El Gobierno prevé aprobar con casi dos años de retraso y en su último Consejo de Ministros el nuevo régimen retributivo de las energías renovables para el periodo 2004-2010. La cuantía de las ayudas se calcula que será de 5.742 millones de euros y con ellas se pretende que al final de la década el 20% de la energía consumida sea limpia y se haya evitado la emisión de 700 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Una parte sustancial de las ayudas será para los productores de energía eólica y cogeneración, por ser los que disponen de más instalaciones.

El parto ha sido prolongado y costoso. En el último momento y a un paso de que el Gobierno entre en funciones, el nuevo sistema retributivo de las renovables figura en la agenda de la Moncloa para el viernes en forma de real decreto.

El anteproyecto recoge como energías renovables las producida por el viento, el sol, el agua (minihidráulicas), la pila de combustible, la incineración de residuos de todo tipo (desde los urbanos a los purines), la cogeneración por gas, la biomasa, las olas, las mareas, las rocas calientes y las secas, la oceanotérmica y hasta las corrientes marinas. Con su promoción se pretende que la energía generada por estas fuentes sustituya a la procedente de centrales que utilizan combustibles fósiles muy contaminantes y se evite, a partir de 2011, emitir a la atmósfera 80 millones de toneladas de CO2 al año.

El coste del plan se estima en 5.742 millones de euros para todo el periodo, lo que supone un 40% del coste de producción del sistema eléctrico nacional. Según la memoria económica del real decreto, la tarifa media de referencia para las renovables será de 78,41 euros por megavatio hora producido, 39,2 euros más que el precio de mercado.

Tres alternativas

Para José Folgado, secretario de Estado de Energía y candidato del PP al Congreso por Zamora, el decreto ha quedado "equilibrado". Pero Javier García Breva, ex portavoz de energía socialista y candidato a revalidar su escaño por Guadalajara, cree sin embargo que va a suponer un enorme sobrecoste para el sistema, como ha advertido la dirección de UNESA, la patronal eléctrica.

En opinión de García Breva, se ha improvisado y lamenta que se hayan perdido los cuatro últimos años de boom inmobiliario en los que se han construido 2,8 millones de viviendas, sin que se haya aplicado un código técnico de la edificación que hubiera obligado a implantar la eficiencia energética y la instalación de paneles solares, como mínimo para el agua caliente sanitaria.

A diferencia del modelo de ayudas anterior, donde la retribución se basaba en un precio medio de mercado más una prima actualizada anualmente sin un criterio fijo y una revisión cuatrianual, el nuevo y complejo sistema retributivo ofrece tres opciones a las que se puede optar voluntariamente. Una es acudir al mercado. El productor recibe el equivalente al precio establecido por el sistema eléctrico (pool), más un 40% de la tarifa eléctrica media (TEM=78 euros el megavatio/hora), más un incentivo sobre esta tarifa del 10%.

En el caso de que no quiera arriesgarse y prefiera la tarifa regulada, percibirá un porcentaje de la TEM que irá disminuyendo con los años de vida de la instalación. Como última alternativa pueden optar por quedarse con el sistema vigente (pool más prima) que se prorroga

hasta 2010. Cualquiera que sea la opción elegida, el productor podrá cambiar de una a otra pasado un año. Con la tarifa regulada, por ejemplo, la eólica percibirá de aquí a 2012 una prima de más de 6,5 céntimos de euro por cada kilovatio/hora.

Se incentivará el compromiso de producción y se penalizarán los desvíos. Esto va dirigido especialmente a los parques eólicos. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha denunciado reiteradamente que debían mejorar las previsiones del viento para minimizar su impacto en el equilibrio del sistema energético nacional. Hoy en día existen más de 6.000 megavatios instalados y en momentos de fuerte viento generalizado el sistema está obligado a comprar y recibir de golpe toda la generación eólica, equivalente en momentos pico a seis grandes centrales nucleares.

El nuevo modelo retributivo ha sido bien acogido por el sector. Se ha elaborado en parte con sus propuestas. Pero los 200 pequeños productores agrupados en APPA rechazan una disposición del decreto que permite a los titulares de pequeñas instalaciones minihidráulicas con más de 35 años pasar del régimen ordinario al régimen especial de las energías limpias siempre que renueven un 50% de la instalación, con lo que duplicarán sus ingresos. Para APPA se trata de un fraude de ley, un "regalo escandaloso" de 96 millones de euros a las grandes compañías eléctricas. Lo han impugnado sin éxito ante el Consejo de Estado. La propia CNE pidió en un informe sobre el decreto que se retirara la disposición con el argumento de que esas minicentrales hace tiempo que están amortizadas.

Empujón a la solar

Economía se ha visto incapaz de dar con una fórmula para retribuir la energía producida en la eliminación de los purines, donde no salen las cuentas. Folgado ha reconocido que habrá que desarrollar otro decreto que recoja su singularidad ya que la eliminación de estos residuos muy tóxicos para las aguas subterráneas cumple una función medioambiental importante.

Lo mismo ocurre con la biomasa, a pesar de su gran potencial. No acaban de arrancar las centrales planificadas (en Burgos, Huesca) por culpa de la escasa disponibilidad de los cultivos de cardo. Tampoco se sostienen económicamente las plantas que queman paja ó residuos forestales por el mismo motivo. Para buscar una salida, el Gobierno acaba de aprobar el 24 de febrero pasado la creación de una comisión en la que participarán siete ministerios con la misión de estudiar y elaborar un plan de promoción de la biomasa con una vigencia mínima de tres años.

Quien ve con más optimismo el futuro es el sector solar. Las instalaciones fotovoltaicas entre 5 y 100 kilovatios de potencia tendrán derecho a percibir una prima de 0,41 euros el kilowatio hora, casi el doble de la actual. Para Javier Anta, presidente de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF), "significa un gran empujón, aunque no se hayan eliminado otros obstáculos que impiden el desarrollo de este sector en un país como España".

Alemania, con mucho menos sol, tiene diez veces más superficie de techos solares. Anta cree que el empujón definitivo debe llegar de las comunidades autónomas mediante una clarificación de sus ayudas o desgravaciones a la inversión y una mayor coordinación con los ayuntamientos y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.