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LA POSGUERRA DE IRAK

Irak estrena una Constitución provisional

El Consejo de Gobierno aprueba pese a las reservas de Sistani una Ley Básica para regir el país después de junio

Ángeles Espinosa

Los gobernantes iraquíes designados por Estados Unidos ratificaron finalmente ayer la Ley Administrativa, llamada por algunos Constitución provisional, que debe regir en su país hasta que haya una autoridad elegida. El texto aprobado es exactamente el mismo que los 25 miembros del Consejo de Gobierno habían consensuado una semana antes y al que cinco representantes chiíes pusieron pegas el viernes. "Aún tenemos algunas objeciones", señalaron varios de ellos poco después de la firma. Pero tras una reunión con el líder religioso de su comunidad, Alí Sistani, habían optado por resolverlas por la vía negociada. Poco antes de que comenzara la ceremonia, dos nuevas explosiones sacudieron Bagdad.

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Pacientes, los diplomáticos, periodistas y otros invitados se reunieron de nuevo ayer, casi 72 horas después de la primera convocatoria, en el vestíbulo del antiguo Palacio de Congresos de Sadam Husein. La ceremonia se había vuelto a preparar a última hora y junto al estrado faltaba aún la mesa con las plumas para la firma. Los carteles indicando dónde debía sentarse cada uno se improvisaban a mano. Los responsables de protocolo no sabían qué hacer con los representantes extranjeros. Pero cuando poco después apareció Paul Bremer, el administrador civil norteamericano, todo el mundo supo que esta vez iba en serio.

Bremer, flanqueado por el general Ricardo Sánchez y el representante británico, sir Jeremy Greenstock, se sentó discreto en un extremo de la tercera fila. Aunque es el verdadero presidente de Irak sabía que no era su fiesta. "Voy a colocarme lo más lejos posible de él, ya que parece que le quieren matar", bromeaba un diplomático occidental en referencia a los siete obuses de mortero que la noche anterior habían caído en las proximidades del Centro de Convenciones sin causar víctimas. En ese momento, dos proyectiles similares alcanzaban una comisaría de policía en el barrio de Saadún y la céntrica calle comercial de Karrada. Sólo en el primer caso hubo cinco heridos.

Aislados tras los muros de hormigón, sacos terreros y alambradas que rodean la zona verde protegida por soldados de EE UU, los miembros del Consejo del Gobierno prosiguieron con la ceremonia. A la una menos cinco de la tarde (dos horas antes en la España peninsular), los 25 entraban endomingados en la sala. El jeque Mohamed Ibrahim, que había cambiado su túnica azul del viernes por una blanca inmaculada, recitó una azora del Corán que habla de la paz y de la unidad. A nadie le pasó inadvertido el simbolismo. El texto que pocos minutos después fue ratificado consagra el islam como religión del Estado, y por progresista que sea la Carta de Derechos que incluye, una provisión impide legislar en contra del islam.

El papel del islam como fuente legal motivó uno de los debates más acalorados durante la negociación de la ley. Sin embargo, la causa que estuvo a punto de hacerla fracasar tiene más que ver con una lucha de poder. Todavía ayer, después de la firma, los chiíes mantenían sus objeciones a que los kurdos puedan vetar la futura Constitución permanente (artículo 61c) y a que la jefatura provisional del Estado se limite a un presidente y dos vicepresidentes (artículo 36a). Tras la ceremonia, Ibrahim Yaafari leyó un texto en nombre de todos los miembros chiíes del Consejo en el que afirmaba que iban a seguir trabajando para cambiar esos dos puntos. Los chiíes, que son el 60% de la población, desean una presidencia colegiada y que las minorías no puedan vetar las decisiones de la mayoría.

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"La unidad de Irak es más importante, por eso hemos decidido firmar e intentar corregir esos errores por la vía de la negociación", explicó Abdel Adelmahdi, que representó en la firma al líder de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), Abdulaziz al Hakim. Adelmahdi negó que la ausencia de Al Hakim tuviera una segunda lectura. "Es un hombre muy ocupado y tenía otros compromisos, pero ha participado directamente en las negociaciones", aseguró a esta enviada. Este representante chií también negó que los problemas surgidos el viernes fueran fruto del veto de Sistani.

"El ayatolá Sistani tiene un gran papel como supervisor y guía, pero el proceso político está en manos de los políticos", señaló. "Le consultamos a él como consultamos a otros poderes fuera del Consejo de Gobierno". Sin embargo, un nuevo comunicado difundido por la oficina de Sistani a última hora de ayer aclaraba su postura. En un intento de rebajar la pompa dada tanto por las autoridades de ocupación como por el Consejo, el clérigo indicaba que la ley aprobada ayer "coloca obstáculos para elaborar una Constitución permanente". También repite que "cualquier ley preparada para el periodo transitorio no tendrá legitimidad hasta que no sea aprobada por una Asamblea Nacional elegida".

No cabe duda de que esta actitud de Sistani, cuyas opiniones tienen una gran predicación entre los chiíes de Irak, va a minar la legitimidad de una ley que se quiere proyectar como una Constitución provisional. "Eso no es lo que preveía el acuerdo del 15 de noviembre", apunta una fuente diplomática. "Sistani les recuerda que se han excedido en la fanfarria de lo que sólo es una Ley Administrativa para el Periodo Transitorio". De momento, el rifirrafe del viernes ha expuesto la desconfianza entra la mayoría chií y las minorías suní y kurda, que temen que aquélla alcance a su costa la cota de poder que le corresponde.

Devolución de la soberanía

Aun así, la mayoría de los asistentes a la firma mostraban una satisfacción genuina. "El camino para reconstruir Irak culminará con la recuperación de la soberanía", subrayó Mohamed Báher al Ulum, presidente de turno del Consejo y primero en tomar la palabra. "La ley que vamos a firmar es la primera experiencia constitucional en la que se incluye a todos los iraquíes y que protege nuestros derechos", añadió el anciano clérigo chií, sin olvidar señalar que "preparará el camino para unas elecciones directas antes de que acabe este año". Ésa es la principal exigencia de su comunidad. Al Ulum no olvidó tampoco "las excepcionales circunstancias por las que atraviesa el país: la ocupación y los ataques de los enemigos de la libertad". Por su parte, el presidente de EE UU, George W. Bush, se congratuló por la firma del documento, al que definió como "un paso importante hacia "el establecimiento de un Gobierno soberano el próximo 30 de junio".

Yunadem Kana, muestra a sus compañeros del Consejo de Gobierno iraquí la Constitución provisional recién firmada por los 25, mientras éstos aplauden.
Yunadem Kana, muestra a sus compañeros del Consejo de Gobierno iraquí la Constitución provisional recién firmada por los 25, mientras éstos aplauden.EFE

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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