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Dos ecuatorianos, detenidos para ser expulsados tras denunciar una paliza

Dos inmigrantes sin papeles acuden a una comisaría a denunciar una paliza y son detenidos por la Ley de Extranjería

"Me pegan y me amenazan de muerte y no puedo denunciarlo porque soy extranjero". Así se expresaba el viernes Jorge Washington García Rivas, ecuatoriano de 30 años. El pasado miércoles, él y una amiga -Marina Micaela Montes- llegaron asustados a la comisaría de Móstoles para denunciar los hechos: acaban de darles una paliza. "No se marchen; quedan detenidos por la Ley de Extranjería", les dijo un policía. "Llevo 10 años aquí y conozco todo; si te vuelvo a ver, mis amigos o yo te matamos", señala Jorge que le advirtió su agresor. En los siete meses que lleva en España aún no ha logrado regularizar su situación y carece de papeles. Se armó de valor y, sangrando aún por la nariz, él y su amiga, que también fue brutalmente agredida, decidieron ir a la comisaría a poner una denuncia. Temían por su vida y no hallaban otra solución.

Pero la gran sorpresa se la llevaron en la comisaría de Móstoles. El policía que les atendió inicialmente les dijo que, antes de recogerles la denuncia, fuesen al hospital a curarse y que, hecho esto, volviesen a comisaría con el parte médico. En el hospital le diagnosticaron, entre otras heridas, fractura nasal. Cuando Jorge y su amiga regresaron a la comisaría, su camisa aún estaba manchada de la abundante sangre derramada por la nariz. El mismo agente que les recogió la denuncia les dio el alto cuando se disponían a salir del recinto: "No se marchen, quedan detenidos por la Ley de Extranjería". No tenían papeles de estancia en España.

El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, denunció la pasada semana casos de inmigrantes que trabajaban en El Ejido (Almería) a los que se aplicó la Ley de Extranjería cuando acudieron a una comisaría para denunciar que habían sido agredidos. Fuentes de la comisaría de Móstoles señalaron que la actuación fue legalmente correcta, aunque admiten que no es la forma de actuar habitual. "Es raro y es la primera vez que se da un caso de éstos en esta comisaría", indicaron estas fuentes.

El caso de Jorge es el primero de este tipo que trasciende en Madrid. "Cuando me vi en el calabozo, se me vino el mundo encima", cuenta. "Nos tomaron las huellas, investigaron mi pasado... todo, y nos metieron en calabozos separados a ella y a mí", se lamenta. "Estuvimos allí toda la noche, hasta el día siguiente, en que nos liberaron, pero ya con un procedimiento de expulsión encima. Mire usted", señala Jorge, "yo no soy ningún delincuente. Estoy aquí porque tengo tres hijos en Ecuador y vine a ganar dinero para sostener a mi familia, pero ni yo ni mi amiga somos delincuentes", enfatiza.

Detenidos

Lo normal es que el procedimiento de expulsión se aplique a los extranjeros sin papeles cuando éstos son detenidos por la policía en la calle. "Es una vileza detener a dos personas, por muy indocumentadas que estén, cuando acuden a una comisaría en busca de protección", señalan fuentes judiciales. "Y más terrible aún es que hayan detenido toda una noche a una persona que sale de un hospital con la nariz enyesada fruto de una paliza", añaden estos medios. "Legalmente, se puede hacer, pero moralmente es una vileza", dicen.

Jorge lo pasó muy mal nada más empezar el día 25. Estaba durmiendo en una vivienda de Móstoles que comparte con Karina Domínguez y con Marina Montes. A las 0.15, "una persona de la que sólo conozco su apodo, Baby, llamó a la puerta de mi habitación". Nada más abrirla, se topó con Baby, quien le asestó "un fuerte cabezazo en la nariz". "Ignoro por qué, trabajé con él pero me despedí porque después de dos meses aún no me había pagado". A la vez, Karina se dirigió a la cama en la que estaba Marina y, siempre según la versión de Jorge, la golpeó.

Tras la agresión, ambos huyeron. "Baby me dijo que, si volvía a verme, me mataría". Huimos y fuimos a la Asociación Casi, que es un centro de atención social a inmigrantes. Allí les aconsejaron que denunciasen lo ocurrido. "Teníamos dudas. Quizás no debimos ir, pero, claro, teníamos miedo de Baby y necesitábamos protección. Baby se jacta de llevar 10 años en España y dice que conoce bien todos los resortes, y que si volvía a verme, él o sus amigos me matarían: no tenía otra salida". La Comisaría de Móstoles ha remitido el expediente al juez para que ésta acuerde su ingreso en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Moratalaz. De momento, Jorge y su amiga están en libertad.

432.470 extranjeros empadronados

El número de inmigrantes empadronados en Madrid en enero de 2004 ascendía a 432.470 personas, lo que supone que se han multiplicado por cuatro en los últimos cuatro años, ya que en enero de 2000 figuraban inscritos en el padrón municipal un total de 100.527, según datos ofrecidos por CC OO de Madrid.

Asimismo, durante este periodo, la media en Madrid de inmigrantes con relación a la población total en este periodo de tiempo ha pasado de poco más del 3% al 13,6 %. Por distritos destaca Centro, donde los inmigrantes representan un 27,3% de la población total, seguido de Tetuán (19,6%), Carabanchel (17,4%), Puente de Vallecas (13,3%) y Salamanca y Latina (ambas con un 13%).

Por contra, por debajo del 10% de presencia de población inmigrante sobre el total se encuentran San Blas (9,6%) Barajas (9,5%), Retiro y Hortaleza (8,8%), Fuencarral-El Pardo (8%) y Moratalaz (7,7%).

Tomando como base los barrios de la capital, superan el 25% de población inmigrante: Sol, donde el número de inmigrantes alcanza el 33,1%; Embajadores, donde asciende al 30,9%; San Cristóbal, con el 30,5%; Universidad, con el 28,1%, y Bellas Vistas, donde se contabiliza un 25,7% según las mismas fuentes.

En el último año, desde enero de 2003 hasta enero de 2004, la población inmigrante creció un 19,7%, concentrándose fundamentalmente este incremento en distritos como Villaverde (se incrementó en un 33,3%), San Blas (aumentó un 30,2%) o Vicálvaro (creció un 28,2%).

Respecto a los lugares de origen de estos inmigrantes, la mayoría de los que llegan hasta Madrid lo hacen procedentes de América Latina (283.807 personas), seguidos de lejos por Europa del Este (43.873) y África (36.958). Mientras, en cuanto a las nacionalidades, destacan los ecuatorianos (143.653), colombianos (44.646) y peruanos (25.536).

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