Día de la Mujer

Estamos en vísperas de la celebración del 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, pero también en vísperas de unas elecciones generales. Considero que no está de más hacer un poco de memoria histórica del feminismo, una memoria reciente de lo que representó el movimiento feminista en el Estado Español en la transición democrática.

El movimiento feminista durante aquellos años recogió los referentes identitarios de las mujeres de la II República, período en el que las mujeres consiguieron la plena ciudadanía con el sufragio femenino, defendido valientemente en el Parlamento por Clara Campoamor. Durante los años de la transición democrática, las mujeres desde sus diversas organizaciones y desde plataformas unitarias como la Coordinadora de Grupos de Mujeres del País Valenciano en 1976 y desde la Asamblea de Mujeres en 1978, organizaron una serie de campañas de denuncia y reivindicaciones. Sacaron la problemática de la desigualdad de género a la calle, trasladando al ámbito de lo público-político cuestiones que se consideraban que pertenecían a la privacidad, llevando de este modo a la práctica su lema "lo personal es político".

A la denuncia de la falta de libertades democráticas y la petición de amnistía, se unieron denuncias sobre la falta de derechos de las mujeres y la ampliación de amnistía para las mujeres encarceladas por delitos específicos de género. Con la convocatoria de las primeras elecciones democráticas, las organizaciones de mujeres hicieron llegar a los partidos sus propuestas.

Actualmente, conseguida la igualdad jurídica y legal, sigue siendo necesario que el movimiento feminista incida en el momento político, porque se están produciendo graves retrocesos. Han cambiado las leyes, pero no las mentalidades, quedan muchos temas pendientes, desde el más sangrante de la violencia de género, a la discriminación salarial, el paro y la precariedad laboral, la falta de una corresponsabilidad familiar, la influencia que sigue ejerciendo la Iglesia en el actual gobierno con una ley que impone la religión en la Escuela Pública, la estigmatización de la homosexualidad, determinadas sentencias judiciales y tantos etcéteras, etcéteras. Pues bien muchos de estos temas fueron la punta de lanza de las campañas del movimiento feminista en aquellos años. Hemos avanzado sí, pero tenemos que seguir.