Rajoy dice que Zapatero no debe gobernar porque carece de convicciones y principios

El primer mitin de campaña de Mariano Rajoy fue finalmente en Alicante. Y allí el líder del PP pidió el voto para su partido porque, según él, José Luis Rodríguez Zapatero, su adversario socialista, "no está preparado para gobernar". No lo está, a su juicio, porque ha "renunciado a sus convicciones y a sus principios por un poquito de poder". Por la mañana, en San Sebastián, donde Rajoy no pudo aterrizar por el mal tiempo, Jaime Mayor Oreja, líder del PP vasco, pidió el voto para el PP porque enfrente hay "un conjunto de minorías -unos desde el crimen y otros desde la mentira, y a veces asociados- que quiere imponer a la mayoría de los españoles su razón de ser y de estar en la política".

El arranque de campaña tuvo un objetivo claro que avanzó uno de los teloneros de Rajoy: el presidente del PP valenciano, Eduardo Zaplana. Éste pidió a quienes "no puedan votar al PP con el corazón, que lo hagan con la cabeza". Rajoy concluyó con un pronóstico: "Muchos que nos van a votar con la cabeza empezarán también a votarnos con el corazón".

Para lograrlo, contrapuso de forma insistente "la España alegre, segura de sí misma, confiada y optimista" que, según él, representa el PP, con "la película de cine negro" en la que "unos señores sentados en unos butacones escuchan a un señor vestido de negro con una corbata como de lunares, y le llaman ZP". Esa mofa del líder socialista va a ser uno de los ejes de la campaña del PP. Ayer, entre gritos de "presidente" y "vamos a ganar" por parte de su militancia, Rajoy se burló en estos términos de Zapatero: "No tengo ningún enemigo en política. Por no tener no tengo ni un adversario identificado. Tengo una colección de ellos que no tienen ni programa económico. Mi adversario no es ZP, se lo digo de verdad". Llegó a decir que Zapatero "ni siquiera es el problema". Y todo, enfatizó y remachó, porque "ha renunciado a sus principios, a sus convicciones, a lo que piensan todos los que le votan, sólo para tener un poquito de poder".

Por la mañana, en San Sebastián y en ausencia de Mariano Rajoy, el discurso central en el Palacio Miramar corrió a cargo de Jaime Mayor. El aeropuerto amenazaba con cerrar por el mal tiempo y la caravana electoral de prensa tuvo que salir corriendo para intentar coger un vuelo a Alicante cuando Mayor aún no había terminado de arengar a los suyos.

Pero los primeros seis minutos de la intervención de uno de los competidores de Mariano Rajoy en la carrera por la sucesión de José María Aznar dieron para mucho. Por ejemplo, dieron para que Mayor sentenciara que "lo que ha pasado en Cataluña es un recordatorio de que ETA no es sólo una organización para matar: es una organización para romper". Y aprovecha "cuando alguien le da un balón de oxígeno, como se lo dio el PNV en Estella, o Carod Rovira en Perpiñán".

A esa ruptura, según Mayor Oreja, sólo puede plantarle cara el PP. "Hay una mayoría de españoles que quiere que nos atrevamos a decir 'no' a unas minorías radicales nacionalistas en España: para eso está el PP".

Mayor le dijo a los suyos: "El PP no tiene que tener miedo. Tiene que decirle a los españoles que tenemos una oportunidad histórica para ganar no sólo el desafío de una organización terrorista, sino para resolver definitivamente los problemas territoriales de España". Esa resolución definitiva exige, según él, "decir que no a la película de la ruptura". Mayor cree que "ya está escrita", que el "autor del guión es ETA", que "los actores principales son ETA, PNV y ERC". Y que la película también tiene "actores secundarios", que son, en su opinión, "los complejos, los miedos y las mezquindades del conjunto de los españoles sobre lo que hoy significa poder pactar con alguno de los actores principales".

El guión escrito, según Mayor, por ETA, es conocido: "Son dos planes, el plan Ibarretxe y el plan Carod Rovira, que son dos planes simultáneos, que tienen formatos distintos. Pero los dos van a ser los elementos más difíciles y más característicos de esta legislatura".

La clave, enfatizó Mayor, es que "el Gobierno de España tendrá que saber hacer frente a estos planes" en esta legislatura que será "la del desafío nacionalista". Defendió que eso sólo sabrá hacerlo un Gobierno del PP. Su argumento fue el siguiente: "Nosotros nos atrevemos a decir que queremos ser fieles y coherentes y decentes en la representación de una mayoría de españoles. Otros se atreven a pactar con Carod Rovira y se atreven a comenzar la campaña electoral escenificando en Barcelona una de las mayores vergüenzas, una muestra de cinismo".

Por eso, Mayor pretendió que la elección el 14 de marzo "no es entre la izquierda y la derecha". Él cree que son unas elecciones "entre una mayoría de españoles que quieren que haya un Gobierno que le represente y un conjunto de minorías que, unos desde el crimen y otros desde la mentira, y otras veces asociados, quiere imponer a la mayoría de los españoles su razón de ser y de estar en la política".