Schröder inicia su reconciliación con Bush en un viaje a EE UU

El canciller federal alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, inició ayer una visita de dos días a Estados Unidos, y hoy se entrevista en Washington con el presidente George W. Bush con la intención de "mirar al futuro" y correr un velo, lo más tupido posible, sobre las diferencias provocadas por la guerra de Irak. Al mismo tiempo, Schröder expresó antes de salir de Alemania su intención de tratar con Bush el tema de la elevada cotización del euro respecto al dólar, que puede frenar el crecimiento de la economía europea.

Hacía dos años que Schröder no pisaba la Casa Blanca. Una campaña electoral, la alemana de 2002, desencadenó la crisis en la relación Bush-Schröder. Otra campaña electoral, la recién iniciada en EE UU, puede llevar a la reconciliación. Schröder ganó las elecciones en gran parte por su oposición a la guerra de Irak y la crítica a Bush, que tuvo una excelente acogida entre el electorado alemán. Bush no perdonó a Schröder que hubiese capitalizado en votos el antiamericanismo. Ahora es Bush el que necesita cada voto. Al presidente de EE UU le conviene demostrar que no se encuentra aislado o enfrentado con sus aliados de la llamada Vieja Europa.El momento es propicio para la reconciliación, aunque para ello haya que barrer debajo de la alfombra las diferencias. En Berlín, fuentes del Gobierno alemán definen el objetivo de la visita: "Poner de manifiesto la amplia base de nuestras relaciones bilaterales y, naturalmente, fortalecerlas y profundizarlas".

En la media hora de entrevista, seguida de rueda de prensa y de un almuerzo hoy en la Casa Blanca, está previsto tratar el tema de Irak. Washington parece aceptar que Alemania no mande tropas a Irak, aunque lo apruebe la ONU. Esta posición la sostuvo una vez más Schröder en una entrevista con el Financial Times Deutschland: "La coalición y los que estaban contra la guerra tienen un interés común: la estabilización de Irak, pero siempre advertimos de que no participaremos con tropas".

Alemania colaborará con la formación de policías iraquíes; coopera en las tareas de la llamada creación de capacidades para una Administración civil y contribuirá al desarrollo de infraestructuras.

Además, Schröder presenta a Bush el regalo de haber dado hace unos días un espaldarazo a Turquía en su camino hacia la UE, integración en la que EE UU tiene un interés estratégico. Antes de iniciar el viaje, Schröder expresó su intención de tratar con Bush la baja cotización del dólar. La subida del euro amenaza con hacer añicos la recuperación de la economía alemana, que depende en buena parte de las exportaciones.