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Rabat envía cuatro oficiales a España para luchar contra la inmigración

Jorge A. Rodríguez

La tensión entre España y Marruecos por las declaraciones del ministro Federico Trillo sobre el islote de Perejil aparentemente no ha afectado a la colaboración contra la inmigración ilegal. El Gobierno de Rabat entregó ayer en Marraquech a una delegación española los nombres de los cuatro oficiales de la Gendarmería Real que a partir de la próxima semana se encuadrarán en unidades españolas que combaten la entrada irregular de extranjeros. Los funcionarios marroquíes, de alta graduación, trabajarán en labores de "investigación e intercambio de información" en la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas; en la sede de la Comisaría General de Extranjería del Cuerpo Nacional en Madrid; en la Comandancia de Algeciras (Cádiz) y en las instalaciones del Servicio Integral de Vigilancia del Electrónica (SIVE) en la citada ciudad del Estrecho.

El acuerdo fue adoptado durante la reunión, la cuarta, del Grupo Permanente de Trabajo entre España y Marruecos sobre inmigración. El nombramiento de los oficiales de enlace fue acordado en el anterior encuentro, pero sólo faltaba ponerles el nombre. "Ya nos han dado los nombres y sólo falta algún trámite burocrático, de forma que ya la semana que viene estarán aquí", indicaron fuentes de la delegación española, encabezada por Gonzalo Robles, secretario de Estado de Extranjería.

Hoy mismo, además, está previsto que dos guardias civiles se embarquen en El Aaiún (capital administrativa del Sáhara occidental) en una patrullera marroquí para colaborar en la represión del tráfico de pateras hacia Canarias. La semana pasada fueron dos gendarmes marroquíes los que se embarcaron en una lancha del instituto armado en Canarias. En lo que se ha avanzado menos es en la repatriación de menores marroquíes (ya se han efectuado algunas), entre otros motivos porque Rabat aún no ha creado el organismo que debe encargarse de su recogida, tutela y entrega a las familias.

El 'incidente Trillo'

Las fuentes consultadas indicaron que las declaraciones de Trillo "ni siquiera salieron a relucir" en las reuniones celebradas por el grupo de trabajo ayer y el domingo. Sólo los corresponsales españoles le preguntaron ayer sobre el tema a Robles, quien respondió: "Dada la voluntad de ambos países en avanzar en este asunto, nada anecdótico puede entorpecer algo sólido".

No lo ha visto así parte de la prensa marroquí, según informa Europa Press, que ha considerado "la metedura de pata de Trillo" como "una provocación irresponsable", según publica el diario en francés Libération (vinculado a los socialistas marroquíes, en la coalición de Gobierno). El diario Al Alam, de los nacionalistas de Istiqlal (también en el Ejecutivo, subraya que la clase política española "deplora" las palabras de Trillo. Más crítico, el periódico Aujourd Hui le Maroc, afirma que "la arrogancia española no tiene límites" y se pregunta si lo del ministro de Defensa es "un acto aislado" o "el primer acto de una pieza teatral electoral antimoros, o sea, racista".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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