El alto coste de los cereales agrava la crisis de las granjas avícolas

Los productores de pollos, al igual que los ganaderos de porcino, atraviesan una de las crisis más duras de los últimos años. La situación es consecuencia tanto de la subida espectacular de los precios de los cereales de pienso como de la bajada de los precios de las carnes en origen (en el caso de los pollos, en parte por la gripe aviar) y las dificultades para trasladar ese incremento al consumo ante la presión a la baja de los grandes distribuidores.

Los ganaderos acusan a la Administración española de haber tenido una postura pasiva ante este problema, y a las instancias comunitarias, de mantener una situación que beneficia especialmente a los granjeros de otros países, que están pagando los cereales casi un 30% más baratos que en España. El ministro español de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha remitido un escrito al comisario Franz Fischler señalando la gravedad de la situación y la necesidad de adoptar medidas encaminadas a aumentar la oferta en los mercados de materias primas, tanto para la alimentación animal como humana. Esta cuestión se abordará en el Consejo de los Ministros de Agricultura de esta semana.

Agricultura reclama ya una rebaja de aranceles para la entrada de dos millones de toneladas de maíz y la adopción de medidas para que el centeno en manos de la intervención en Alemania pueda llegar a España a precios competitivos. En el caso de la avicultura de carne, la subida de los cereales ha supuesto, según responsables de la Asociación Nacional de Productores, un aumento de 0,07 euros por kilo de carne viva. Los costes de producción se estiman en 0,80 euros por kilo, mientras las cotizaciones oficiales en las últimas fechas han estado en el entorno de 0,60 euros, aunque para los productores el precio real es mucho más bajo.

A los problemas provocados por la carestía de los piensos se ha sumado el problema de la gripe aviaria en países asiáticos, aunque el problema no guarda relación con el sistema de producción español y se hallan cerradas las importaciones. El sector reconoce una caída en la demanda superior al 10%, lo que ya ha obligado a la congelación y almacenamiento por parte de las empresas productoras al no responder Agricultura a las peticiones hechas por el sector. Igualmente se prevé una reducción de las entradas de animales en granja para los próximos meses con el fin de limitar la oferta.

El problema es igualmente grave en el caso del porcino, donde el componente de cereales de pienso también es fundamental. Para la Asociación Nacional de Productores de este sector, la subida de los precios de los cereales desde el pasado julio se ha traducido en un aumento de los costes de producción por kilo de 0,132 euros frente a unas cotizaciones en origen de 0,90 euros y un coste de producción de un 1,15 euros.

Esta situación ha comenzado a mejorar levemente en las últimas semanas tras la decisión comunitaria de autorizar restituciones para la exportación de porcino. La caída en la demanda de otras carnes baratas como el pollo ha tenido un efecto mucho menor en la recuperación de los precios, que siguen por debajo de costes.