España reclama a Bruselas medidas para bajar los precios de los cereales

La Administración española reclamará una vez más a las autoridades comunitarias medidas para bajar los precios de las materias primas para la alimentación humana y animal. En los últimos seis meses, dichas materias han experimentado subidas medias de entre el 50% y el 60%. En medios agrarios y oficiales se espera que se puedan lograr resultados positivos en el Consejo de Ministros de finales de mes, además de las 200.000 toneladas de sorgo correspondientes al cupo de 2004, cuya entrada ya ha sido aprobada

Ganaderos, fabricantes de piensos, de harinas y de sémolas plantearon inicialmente sus peticiones a la Administración española el pasado mes de septiembre, a la vista de las bajas producciones de cereales en el resto de la UE y en países exportadores como Rusia y Ucrania. Desde esas fechas, el Ministerio de Agricultura ha planteado sin éxito esas peticiones en Bruselas, situación que en medios agrarios se interpreta como prueba del escaso peso político de España ante las instancias comunitarias.

Aunque la subida de los precios de los cereales ha sido generalizada en el conjunto de la UE, los precios pagados en España por los ganaderos son casi un 30% más caros que los existentes en otros países, lo que supone un freno a la competitividad de la cabaña ganadera española, y muy especialmente, para la avicultura y el porcino. Frente a unos precios de intervención de 0,11 euros el kilo para esta campaña, las cotizaciones se han elevado a 0,19 euros para el trigo panificable, 0,18 euros para el maíz y 0,16 euros para la cebada.Ello se ha traducido en beneficios, fundamentalmente para almacenistas y operadores, y no para los agricultores.

Para frenar la subida de los cereales-pienso, Bruselas cuenta sólo con dos vías: la importación y la salida del cereal de los almacenes de intervención. Actualmente quedan en manos de la intervención 4,8 millones de toneladas de materias primas, de las que 3,5 corresponden a centeno, 1,1 a trigos y 95.000 a cebadas. En el caso de España, para optar a la compra de ese cereal, en su mayor parte en Alemania, sería precisa una ayuda para compensar los costes de transporte, o que la venta se hiciera por debajo de los precios de mercado.