El arte, la cultura y la moda en dos exposiciones

El arte, la cultura y la moda siguen retroalimentándose. Un total de 31 abrigos de piel, inspirados en una de las obras de Agustín Ibarrola, y más de un centenar de cuadros-vitrina, diseñados por Paz Tutor y Manuel Martín, en los que se repasa la evolución de la moda femenina, se exhiben en el Círculo de Bellas Artes y en la Casa de Vacas, coincidiendo con el programa Madrid vive la moda, impulsado por Ifema.

En uno de sus paseos habituales por las escolleras del puerto de Llanes, el peletero Miguel Marinero quedó deslumbrado por el trabajo realizado sobre el hormigón por Agustín Ibarrola. Allí mismo decidió, mientras contemplaba al artista vasco pintar las caras de los cubos, que quería confeccionar y convertir en prendas de piel esas figuras geométricas. El resultado son 31 diseños, abrigos y chaquetones en su mayoría, realizados en cordero merino, cabrito o liebre, teñidos según los colores que Ibarrola ha utilizado para Los cubos de la memoria. Hacer de cada prenda un objeto de decoración, ésa parece ser la idea de Marinero, que lleva casi treinta años en el mundo de la peletería. La exposición reúne en 2.000 metros cuadrados la colección diseñada por el peletero, junto a dos imágenes -una vista aérea y una panorámica- de la escollera del puerto de Llanes. La memoria de los artistas, Agustín Ibarrola y Miguel Marinero se muestra en el Círculo de Bellas Artes hasta el 18 de febrero.

Indumenta, evolución del traje femenino, que se exhibe en la Casa de Vacas hasta el 7 de marzo, mezcla a partes iguales inspiración e investigación. A lo largo de los últimos treinta años, el matrimonio formado por Paz Tutor y Manuel Martín se ha servido de figurines, anuncios publicitarios y documentos históricos para tratar de reproducir en 112 cuadros los cambios experimentados en la manera de vestir. La muestra se inicia con la ropa que usaban las mujeres en el antiguo Egipto, y concluye con la de la belle époque.

"Empezó como un entretenimiento, pero fue tal la cantidad de material acumulado que decidimos sacarlo a la luz", cuenta Tutor, que ha utilizado tejidos antiguos, adquiridos lo mismo en mercados de antigüedades que en tiendas de segunda mano, para diseñar los modelos que ilustran cada uno de los cuadros, colocados a modo de mosaico.