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La energía sensual de Beyoncé se impone en la gala más recatada de los Grammy

Alejandro Sanz, que hoy inicia en Panamá una gira, ganó en la categoría de álbum pop latino

La 46ª ceremonia de los premios Grammy se celebró a la sombra del pecho de Janet Jackson. El incidente ocurrido la semana pasada durante la Super Bowl contagió de conservadurismo la entrega de los oscars de la música, que se convirtió en la edición más recatada. Los artistas prefirieron seguir la pauta y dejar de lado las provocaciones. La cantante Beyoncé Knowles, que se llevó cinco premios, fue la ganadora de una noche marcada por la nostalgia y donde también triunfaron los raperos Outkast y la banda británica Coldplay. Alejandro Sanz se llevó el Grammy al mejor álbum pop latino por No es lo mismo.

Justin Timberlake volvió a pedir disculpas por el incidente, un acto "lamentable"
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Revolución postergada

La ceremonia, que se celebró en el estadio Staples de Los Ángeles el domingo por la noche (madrugada de ayer en España), se retransmitió en directo aunque con un retraso de cinco minutos para dar a los productores tiempo de reaccionar por si volvían a producirse "fallos de vestuario". El resultado fue una gala increíblemente comedida. Ni tacos ni palabras de más. Los únicos políticamente incorrectos fueron los componentes del grupo británico Coldplay, que al recibir el galardón estrella, el de mejor grabación del año por el álbum Clocks, dieron las gracias deseando suerte al candidato demócrata John Kerry, "que esperamos sea su próximo presidente".

Justin Timberlake, el hombre que destapó el pecho de la Jackson, pedió disculpas por el incidente, un acto "lamentable" e "inintencionado", al recoger su Grammy como mejor cantante pop (también recibió el de mejor álbum por Justified). Jackson y Timberlake fueron invitados a participar en el espectáculo siempre y cuando aceptaran disculparse públicamente por lo que sucedió durante la Super Bowl, según informó ayer la cadena CBS, que agregó que mientras Jackson "declinó la invitación, Timberlake la aceptó". Con corbata y camisa rosa, el músico agradeció luego a su madre, sentada entre el público con un vestido bastante menos formal, su ayuda y apoyo. Christina Aguilera, con un escote panorámico, jugó con la expectación del público al reajustar su traje, y desear en alto que no le pasara "lo que a Janet" cuando se llevó el premio por mejor cantante pop femenina. Por si acaso la cámara cerró el plano hasta dejarla casi sin cuello.

Vandross, el cantante de soul que se recupera muy lentamente de una embolia, fue recompensado con cuatro premios Grammy, entre ellos el de mejor canción del año, Dance with my father. La exuberancia de Beyoncé Knowles fue el toque de glamour de la noche. La ex componente de Destiny's Child transformó en victoria cinco de sus seis nominaciones, entre ellas la de mejor álbum de rhythm and blues por su primer trabajo en solitario, Dangerously in love: "¡Uauu! ¡no me lo puedo creer!", gritó la cantante, de 22 años.

El grupo de rap Outkast se llevó dos de los seis premios Grammy a los que aspiraba, aunque uno de ellos fue el del mejor álbum del año por Speakerboxx / The love below. Su vocalista, Andre 3000, tuvo la intervención más corta al limitarse a decir "gracias".

La banda de rock duro Evanescence le arrebató al rapero 50 Cent, que salía como gran favorito, el premio al artista revelación. Alejandro Sanz ganó el galardón al mejor álbum de pop latino por No es lo mismo. La recompensa le sorprendió en el aeropuerto de Miami, en una escala de su gira latinoamericana que hoy comienza en Panamá. "Voy a celebrarlo con mi público (...) y con mis músicos, al menos, una copita caerá".

Lo más ameno fueron las actuaciones. Beyoncé abrió la gala cantando Purple rain a dúo con Prince; Sting, Dave Matthews, Vince Gill y Pharrel Williams tocaron I saw her standing there, para celebrar los 40 años de la primera aparición de los Beatles en la televisión estadounidense; el homenaje culminó con la aparición de las viudas de George Harrison y John Lennon. "Si John estuviera aquí habría dicho que el amor es todo lo que necesitamos", articuló Yoko Ono, al borde del llanto.

Una vez más, quedó demostrado que es casi imposible competir con los muertos. June Carter Cash, que falleció unos meses antes que su marido, Johnny Cash, se llevó el Grammy como mejor cantante country; George Harrison lo ganó por la mejor actuación de pop instrumental con Marwa blues; el cantante Warren Zevon, que falleció víctima de un cáncer, también se llevó varios galardones; Celia Cruz, que murió en el pasado mes de julio, ganó el premio al mejor álbum de salsa por Regalo del alma.

Como en anteriores ediciones, la política exterior estadounidense causó bajas. El cantante cubano Ibrahim Ferrer -Grammy al mejor álbum de música tropical por Buenos hermanos- y el músico Manuel Galbán no consiguieron visado para entrar en el país. También hubo ganadores inesperados: Bill Clinton, Mijaíl Gorbachov y Sofía Loren se hicieron con el Grammy al mejor álbum contado para niños por su Pedro y el lobo con la orquesta nacional rusa.

Beyoncé y Prince, durante su actuación en la 46ª gala de los Grammy en Los Ángeles.
Beyoncé y Prince, durante su actuación en la 46ª gala de los Grammy en Los Ángeles.REUTERS
Justin Timberlake, con sus dos premios Grammy.
Justin Timberlake, con sus dos premios Grammy.ASSOCIATED PRESS
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