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LA POSGUERRA DE IRAK

El presidente de EE UU cree que el régimen iraquí escondió o destruyó su arsenal

Bush admite en televisión que era incorrecta la información sobre las armas iraquíes

Aunque no se hayan encontrado armas de destrucción masiva en Irak, Sadam Husein tenía la capacidad de fabricarlas, dijo ayer George W. Bush, que se definió como "un presidente de guerra". "Averiguaremos qué fue de las armas que creíamos que estaban allí", porque "podrían haber sido destruidas en la guerra, o estar escondidas, o haber sido transportadas a otro país", añadió Bush, que admitió que la información sobre los arsenales era incorrecta y justificó la guerra por el peligro que suponía Sadam Husein. "Era peligroso, no iba a dejarle en el poder y confiar en un loco", dijo.

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"Tenía capacidad para tener las armas, para desarrollarlas. Creíamos que las tenía; la comunidad internacional también lo creyó. Pero lo que sí tenía es la capacidad de hacer esas armas y después dejar que cayeran en manos de redes terroristas", dijo Bush, que reiteró que la decisión se adoptó "con la mejor información disponible" y "en el contexto de la guerra antiterrorista". "Sadam era peligroso, no iba a dejarle en el poder y confiar en un loco". "Pero hay otros en el mundo, como Fidel Castro, como el dictador de Corea del Norte... ¿Por qué Irak?". "Porque en Irak habíamos agotado la presión diplomática", dijo Bush, que recordó que la ONU aprobó la resolución 1.441 en la que se exigía a Sadam que cumpliera para no "enfrentarse a graves consecuencias".

Sobre los comentarios del portavoz militar de EE UU en Afganistán y de un senador republicano de que Osama Bin Laden será capturado pronto, Bush se limitó a decir que es "alguien que asesina a sangre fría, el tipo de enemigo al que nos enfrentamos" y que aprecia el optimismo de quienes dicen que su detención está próxima.

Preocupado por los sondeos que indican que su reelección no está garantizada, el presidente arrancó ayer su campaña electoral no oficial con una entrevista de una hora en el programa Meet the Press de la NBC. El veterano periodista Tim Russert hizo todas las preguntas que tenía que hacer y el presidente se mantuvo como pudo en su línea de explicaciones sobre política exterior y economía. No despejó las dudas sobre su credibilidad, y ésa es una de las amenazas serias que pesan sobre él. Un sondeo de Gallup dado a conocer ayer mismo indica que el 55% de los estadounidenses tiene "reservas" sobre él y sólo el 44% confía en Bush como dirigente.

Las preguntas de la entrevista, grabada el sábado en el Despacho Oval, no fueron domesticadas. "¿Con lo que ahora se sabe sobre las armas, tiene sentido la muerte de más de 500 soldados?". Bush se puso serio y dijo que era "esencial explicar esto bien" a los padres. Afirmó que "cada vida es preciosa" y que los caídos no han muerto en vano: "Estamos en una guerra contra estos terroristas que pueden causar mucho daño a EE UU y lo que les he pedido a todos estos jóvenes es que se sacrifiquen por esa razón". "¿Ha sido una guerra por elección o por necesidad?", le espetó a continuación Russert. "¿Cómo por elección? ¡Por necesidad!", contestó ligeramente irritado el presidente.

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Otra pregunta incómoda, pero obvia: "¿Es justo que la comisión que va a investigar los errores de inteligencia sobre las armas no vaya a acabar sus trabajos antes de las elecciones?". "La razón de ese calendario es porque no queríamos apresurar el proceso. Es una visión estratégica sobre la capacidad de recolección de información. Y va a haber mucho tiempo para que los estadounidenses valoren si tomé malas o buenas decisiones, si juzgué bien, si adopté o no la decisión correcta al quitar a Sadam". Bush evitó contestar a la pregunta de si testificaría ante la comisión que ha nombrado: "Les visitaré, compartiré información con ellos, haré recomendaciones".

Apoyo al director de la CIA

El presidente defendió la labor del director de la CIA, George Tenet, y dijo que su puesto no está en peligro; negó que EE UU no sea bienvenido en Irak, dijo que no le sorprende la violencia "porque hay algunos que se desesperan ante la posibilidad de que sea un país libre y democrático"; habló del "papel vital" que debe jugar la ONU y no se mostró preocupado por su impopularidad en el mundo: "Cuando José María Aznar me dijo que me pasaba como a Reagan, le dije: 'Creo que estoy en buena compañía'. Cuando se hacen cosas difíciles o se pide a la gente que haga cosas difíciles, pueden crearse tensiones", añadió.

Bush aseguró que, pese a la débil creación de empleo, la recuperación va bien y mantuvo que los recortes de impuestos -que, con los gastos de las guerras, han llevado a un déficit récord- hacen falta para estimular la economía y se defendió como pudo de la comparación entre el historial de guerra del demócrata John Kerry en Vietnam y el suyo en la Guardia Nacional de Alabama.

Tim Russert entrevista a George W. Bush en el Despacho Oval para el programa <i>Meet the Press</i> emitido ayer.
Tim Russert entrevista a George W. Bush en el Despacho Oval para el programa Meet the Press emitido ayer.AP

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