Zapatero aboga por un modelo de seguridad democrática global frente a la guerra preventiva
El líder socialista reclama medidas para reducir "la pobreza, el hambre y la desesperación"
El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, denunció ayer que la guerra de Irak ha mostrado una tendencia a la "privatización del orden internacional" y abogó por un modelo de "seguridad democrática global", como alternativa al proyecto conservador que se basa en la "guerra preventiva y las tesis unilaterales". El líder del PSOE prometió, en la inauguración de una reunión de la Internacional Socialista, que si gana las próximas elecciones devolverá a España a su posición comprometida con Europa, "en primera línea de la batalla por la paz".
Zapatero abrió la reunión del Consejo de la Internacional Socialista, que se celebra este fin de semana en Madrid, reafirmándose en su crítica a la guerra de Irak, que tachó de "ilegal, injusta y basada en la manipulación y la falsedad". "Estoy convencido de que los historiadores llamarán a la guerra de Irak la guerra de la gran mentira", sentenció.
"En política internacional, mi contrincante [en alusión a Mariano Rajoy] postula una continuidad en la vía neoconservadora, en la doctrina de la guerra preventiva, en la doctrina que erige al terrorismo en problema exclusivo de la humanidad. Yo preconizo una política que ataque el terrorismo y también los flagelos mundiales que son con frecuencia la causa de la inseguridad: el fanatismo, la desesperación, la pobreza y el hambre", advirtió.
El líder socialista denunció que el conflicto iraquí ha puesto de manifiesto la tendencia a la "privatización del orden internacional". Primero, porque se inició sobre la base de una "decisión privada", sin el aval de la ONU. Y segundo, porque no ha conseguido el objetivo de "consolidar la paz en la región", y mucho menos poner punto final al conflicto entre israelíes y palestinos que, en su opinión, sigue siendo "el nudo gordiano de la ecuación de paz para la zona".
De ahí, concluyó el líder socialista, que la guerra preventiva no es la solución sino que "es un factor de agravamiento del problema de la inseguridad". Zapatero hizo hincapié en que para construir un mundo más seguro es necesario trabajar sobre un nuevo concepto de "seguridad democrática global", que tenga en cuenta los riesgos pero también tenga en cuenta las raíces de los principales problemas del mundo y, sobre todo, dar respuesta a los más acuciantes. Entre estos últimos están, en su opinión, la pobreza y la marginación, las tensiones migratorias, la degradación del medio ambiente, la explotación de los menores y las mujeres, el hambre y las pandemias, y la violación de los derechos humanos. Para el líder socialista, esa nueva seguridad democrática global no puede ponerse en pie sin el "respeto a la legalidad internacional" y, para eso es vital reforzar el papel de las Naciones Unidas. "La ONU no es irrelevante, como afirmó mi contrincante, el señor Rajoy", discrepó. Y se comprometió a devolver a España "una posición comprometida con Europa y en primera línea de la batalla por la paz y contra el hambre en el mundo", si gobierna tras las elecciones.
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