Los muertos en los ataques suicidas de Erbil superan los 100 muertos

Fuentes oficiales kurdas elevaron ayer hasta 100 el número de muertos en el doble atentado suicida perpetrado el domingo contra los dos principales partidos kurdos de Irak en Erbil. La televisión de una de las dos formaciones atacadas, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), señaló anoche que estas cifras provenían del Ministerio del Interior del partido que controla la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, una zona que goza de una gran autonomía de facto desde el final de la primera guerra del Golfo y que ha mantenido tras la caída de Sadam Husein.

Según la televisión, el número de muertos ha aumentado -el balance proporcionado el lunes era de 78- debido a que numerosos heridos fallecieron en las últimas horas. Más de cien personas de las 200 que resultaron heridas durante el doble atentado, perpetrado de forma casi simultánea el domingo contra las sedes del PDK y de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), permanecían ayer hospitalizadas.

Mientras tanto, la violencia proseguía en el resto del país. Un soldado estadounidense murió ayer cuando una bomba, colocada junto a la calzada, estalló al paso del convoy en el que viajaba al sur de Bagdad, según informó el Mando Central de EE UU. Esta muerte eleva a 367 el número de soldados estadounidenses muertos en combate en Irak desde que comenzó la invasión, de los que 252 han muerto desde que el presidente George W. Bush declarase el fin de las hostilidades, el pasado 1 de mayo.

Tres policías muertos

Además, tres policías iraquíes resultaron muertos en un ataque perpetrado por desconocidos en la ciudad santa chií de Kerbala, a 115 kilómetros al suroeste de la capital, informaron ayer fuentes de seguridad locales. Las fuentes indicaron que el blanco de la emboscada era el jefe de la policía de Kerbala, Abas al Hoseini, que se encontraba en uno de los coches del convoy atacado. Según testigos oculares, el jefe policial resultó ileso del ataque.

Una decena de personas murieron el sábado pasado por la explosión de un coche bomba junto a un comisaría en la ciudad de Mosul. Las comisarías policiales y sus agentes son uno de los objetivos más atacados por los insurgentes iraquíes, que consideran a la nueva policía como una fuerza "colaboracionista".

Por otra parte, los insurgentes iraquíes dispararon en la pasada madrugada dos cohetes contra el Aeropuerto Internacional de Bagdad sin causar víctimas ni daños materiales de importancia, según informaron los militares estadounidenses.