Blair también acepta una investigación en el Reino Unido
Tony Blair tenía previsto en breve anunciar la apertura de una investigación para determinar por qué no se han encontrado armas de destrucción masiva en Irak a pesar de que los informes del espionaje en que se basó el Gobierno para ir a la guerra señalaban todo lo contrario. Blair no ha tenido más remedio que aceptar la investigación -reclamada desde hace días por la oposición, pero también por el sector del laborismo que siempre se opuso a la invasión de Irak- después de que el presidente George W. Bush anunciara una investigación semejante en EE UU.
"Es humillante que una vez más no seamos más que un eco de EE UU", se lamentó ayer la ex ministra Clare Short, que se pasó al bando de los antiguerra cuando los invasores no otorgaron a Naciones Unidas el papel que ella esperaba en la reconstrucción. "Lo único que ha cambiado desde la semana pasada es que el presidente Bush ha decidido convocar una investigación", añadió.
El portavoz de Blair señaló ayer por la mañana que lo que ha cambiado es que "ahora hay un ambiente más sereno sobre este tema", después de que el juez Hutton exculpara al Gobierno. Una declaración cuando menos sorprendente, dado el escepticismo generalizado con que ha sido recibida esa exculpación. "Después de Hutton, es muy difícil tener confianza en la tradición británica de las investigaciones", opinaba anoche la ex ministra Short.
Agencias de información
También el ex ministro laborista Robin Cook parecía muy escéptico y exigió a Blair que consultara la conformación del mandato de la investigación. Cook teme que ésta sea utilizada para limitarse a analizar el problema concreto del espionaje, sin abordar el papel jugado por el Gobierno a la hora de manejar esos datos y "convertirlos en propaganda". A su juicio, la investigación no debe limitarse a las agencias de información: "El Gobierno tiene que ponerse a sí mismo en el microscopio para ser examinado". Y rechazó el argumento cada vez más utilizado por Blair de que la invasión valió la pena por la caída de Sadam Husein. "Sadam fue un dictador brutal, pero no fue ése el argumento del Gobierno para ir a la guerra, sino la urgencia de destruir sus armas de destrucción masiva", recordó Cook.
El Comité de Asuntos Exteriores concluyó ayer que la invasión de Irak ha aumentado las posibilidades a corto plazo de que el Reino Unido sea objeto de un ataque terrorista. Algo que no sorprende a Cook: "La invasión de Irak fue un glorioso y espectacular autogol en la lucha contra el terrorismo", dijo ayer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.