Blair secunda a Bush e investigará los errores sobre las armas de Irak
La comisión no entrará a valorar la "decisión correcta" de ir a la guerra
Un día después de que George W. Bush anunciara la apertura de una investigación independiente para analizar los errores sobre las armas de Irak, el británico Tony Blair ha secundado a su estrecho aliado en la guerra y ha anunciado la creación de una comisión parlamentaria con el mismo cometido. No obstante, las pesquisas no se centrarán en la "decisión correcta" de ir a la guerra, sino en los datos recolectados por los servicios de espionaje.
"Creo que es correcto que echemos un vistazo a los informes de la inteligencia para comprobar si eran adecuados o no", ha dicho Blair ante un comité del Parlamento. Pese a ese reconocimiento, Blair ha asegurado que no lamenta el énfasis que puso durante meses en la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y que los inspectores descubrieron sobre el terreno rastros de esos "programas". Sin embargo ha reconocido que hay interrogantes después de que dimitiese el ex jefe de los inspectores de armamento estadounidenses en Irak David Kay, quien aseguró que no había armas de destrucción masiva en Irak antes de la guerra.
"Dudas legítimas"
El primer ministro ha subrayado que, en cualquier caso el depuesto régimen de Sadam Husein trataba de desarrollar "programas" de armas de destrucción masiva. "Sean encontradas o no, hay pruebas claras obtenidas por el Grupo de Investigación de Irak de que [Sadam] estaba desarrollando programas para armas de destrucción masiva y tenía toda la intención de asegurarse de que esos programas se desarrollaban todavía más si le daban la oportunidad", aseguró en el comité. Este lunes, el Gobierno británico admitió por primera vez que existen dudas "legítimas" sobre los supuestos arsenales del régimen de Sadam Husein, la razón esgrimida por EE UU y el Reino Unido para justificar la invasión de Irak.
Las conclusiones se conocerán en julio
Poco después de la intervención de Blair, su ministro de Exteriores, Jacques Straw, ha dado a conocer los integrantes del comité parlamentario, que no contará con la presencia del Partido Liberal Demócrata, que considera que la investigación no pretende llegar al fondo del asunto.
A la cabeza de este nuevo comité se situará Lord Butler, un funcionario público que ha trabajado con varios primeros ministros británicos, desde Margaret Thatcher (1979-90) hasta Tony Blair, y deberá informar de sus conclusiones antes del receso parlamentario de julio. En todo caso, dicho comité se reserva el derecho a guardar información sensible que pueda afectar a la seguridad del país.
Según Straw, la comisión -integrada también por diputados de los principales partidos británicos- podrá llamar a declarar a testigos y celebrará sus sesiones a puerta cerrada. Durante su comparecencia, el jefe de la diplomacia británica ha admitido que existen "preocupaciones legítimas sobre la fiabilidad de las pruebas originales" sobre las supuestas armas no convencionales iraquíes, de las que aún no se ha hallado ni rastro. Pese a todo, Straw ha defendido la decisión de ir a la guerra por "la desobediencia de un régimen que había usado armas de destrucción masiva" en el pasado.
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