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Reportaje:

Bruselas aprieta las clavijas a Ryanair

La UE anuncia medidas para ordenar el mercado de las compañías aéreas de bajo coste

Bruselas está decidida a ordenar el mercado de las compañías aéreas de bajo coste que aprovechan subvenciones públicas para operar con tarifas reducidas. La próxima semana decidirá las medidas que impondrá a la irlandesa Ryanair por las ayudas recibidas en el aeropuerto belga de Charleroi, una medida que para algunos revolucionará el sector.

En el aeropuerto de Girona, una de las bases de Ryanair, el número de pasajeros ha crecido el último año casi un millón
De 2001 a 2003 las compañías de bajo coste han aumentado su tráfico entre España y Europa un 6%, frente al 0,2% de Iberia
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"Sólo Bruselas puede estar preparando algo tan estúpido". Michael O´Leary, consejero delegado de Ryanair, no ocultaba en su declaración al Financial Times el pasado miércoles su disgusto. Bruselas está dispuesta a que la línea aérea, líder en Europa en tarifas reducidas, devuelva varios millones de euros que la compañía aérea ha recibido del aeropuerto belga de Charleroi en forma de subvención. Y, además, anuncia nuevas reglas para hacer más transparente la relación entre aeropuertos y compañías low cost. La medida que ha enfurecido a O´Leary, esperada para esta próxima semana, ha satisfecho, sin embargo, a las compañías de red, las tradicionales, que se quejan de competir en inferioridad de condiciones con unas empresas que han mordido su cuota de mercado.

Entre ellas las más agresivas han sido Easy Jet y la irlandesa Ryanair, que en su camino, sin embargo, ha ido pisando callos. Acusada de recibir subvenciones de muchos de los aeropuertos en los que opera -la mayoría públicos- ha tenido problemas en Suecia; en Francia ha sido llevada a los tribunales; ha levantado suspicacias en España y se enfrenta a la investigación de la UE, que aprovechará además el caso Charleroi para presentar "en las próximas semanas" una serie de directrices "para clarificar el sistema y determinar qué ayudas son compatibles con las reglas comunitarias y cuales no", según ha manifestado la comisaria de Transportes, Loyola de Palacio.

Distintas reacciones

El anuncio de estas medidas ha provocado reacciones contrarias. Mientras algunos analistas y la propia Ryanair piensan que revolucionarán el sector -"van a causar un shock en la industria", ha llegado a declarar un alto cargo de la compañía-, otros piensan que Bruselas lo único que hará será poner orden en un sector necesitado de ello, y las medidas sólo afectarán negativamente a Ryanair. "No todas las compañías de tarifas reducidas utilizan su mismo método", dice David Henderson, portavoz de la Asociación Europea de Líneas Aéreas. "Las reglas sobre subsidios deben ser muy claras".

Por su parte, la Asociación Europea de Líneas de Bajo Coste ha expresado su preocupación por los efectos de la nueva regulacion y ha pedido a Bruselas que se asegure de que las medidas "no menoscaben el desarrollo de las compañías aéreas de bajo coste en aeropuertos infrautilizados en toda Europa".

Este tipo de aerolíneas han dado un impulso a los aeropuertos secundarios inusitado. En Girona, una de las bases de Ryanair, el número de pasajeros ha crecido de 2002 a 2003 en casi un millón, según el Ministerio de Fomento. Y en otros como Valladolid el tráfico ha crecido el 13,4%.

Ryanair ha crecido a un ritmo impresionante. El año pasado aumentó su número de pasajeros transportados un 48%, hasta alcanzar 21,4 millones (Iberia transportó, en 2002, 28 millones). Pero parte de ese crecimiento se basa en acordar rebajas de tasas con los aeropuertos. El propio O´Leary ha reconocido que el 18% de su negocio se basa en acuerdos como los que tiene en Charleroi. Si ahora Bruselas los condena, tendrá que cambiar su exitosa estrategia. "Era una distorsión manifiesta del mercado", dice Álvaro Middelman, director general de Air Berlín, que opera también como compañía de tarifa reducida.

De momento, el anuncio de las próximas medidas de la UE no ha gustado en Bolsa. Esta semana la cotización ha caído un 31,86%, no sólo por la investigación en Europa. Por primera vez, Ryanair prevé cerrar el ejercicio que finaliza en marzo con una caída estimada del beneficio del 10% hasta situarlo en 215 millones de euros.

Las líneas europeas, según Henderson, están a la expectativa de la decisión de Bruselas. Y es que pueden cambiar el rápido crecimiento de las tarifas de bajo coste. "Muchas", aventura Ángel Mullor, consejero delegado de Iberia, "van a tener problemas para crecer porque lo harán en competencia real y no con subvenciones encubiertas".

Michael O´Leary, consejero delegado de Ryanair.
Michael O´Leary, consejero delegado de Ryanair.REUTER

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