"Vendemos un producto que nos da el Estado"

Jueves 29 de enero. 11.00. El estanco que regenta Pilar Jiménez Pedrosa en la céntrica calle Álamos de Jaén alcanza su momento de máximo bullicio del día. La entrada de clientes es incesante. Justo enfrente está la plaza de abastos y, muy cerca de allí, la Diputación y el Ayuntamiento de la capital, con cientos de funcionarios que a esas horas buscan ávidos el desayuno y, muchos de ellos, un pitillo.

Ante semejante escenario parece evidente que el endurecimiento de las advertencias sanitarias contra los efectos perniciosos del tabaco no han hecho mella en la economía de Pilar. "Las ventas no han descendido, pero sí han aumentado mucho las solicitudes de fundas para no ver los mensajes funestos de las cajetillas", asegura la titular de la expenduría número 2 de Jaén, un negocio que heredó de su abuela y, más tarde, de su madre.

"Me parece paradójico que ahora los políticos protesten por despidos en la fábrica de Sevilla"

Pilar se confiesa una fumadora moderada, pero eso no le impide mantener una posición imparcial en el debate en torno al tabaquismo. "Lo importante es que haya respeto mutuo entre fumadores y no fumadores", indica, para añadir a continuación que no ve mal las campañas sanitarias alertando sobre las consecuencias del consumo del tabaco, "sobre todo si inciden en la gente joven", matiza.

De hecho, en su establecimiento abundan los carteles advirtiendo que no se vende tabaco a los jóvenes que no han cumplido 18 años. "Entre los estanqueros estamos concienciados, pero el problema son las máquinas expendedoras que hay en bares y otros locales", dice.

No obstante, Pilar Jiménez considera que "se ha lanzado una guerra contra el tabaco, que no se da contra otros productos". Se refiere, en especial, a la falta de control para la venta de bebidas alcohólicas a menores. Cuando se le pregunta si cree que el tabaco debería prohibirse apela a la ciencia para responder: "Si el hombre ha sido capaz de llegar a Marte, ¿por qué no se puede inventar un tabaco que no haga daño?".

Pilar elude cualquier responsabilidad de los estanqueros en las enfermedades asociadas al consumo de tabaco. Ni siquiera tiene sensación de estar invitando a la muerte a sus clientes. "Todos sabemos que es malo, pero que no se olvide que nosotros nos limitamos a vender un producto que nos da el Estado, que es quien pone los precios", manifiesta después de advertir que el negocio "da trabajo a mucha gente".

La estanquera jiennense dice que no comprende la denuncia de la Junta de Andalucía contra las tabaqueras. "Me parece paradójico que ahora los políticos, y el presidente Manuel Chaves, protesten por los despidos en la fábrica de tabaco de Sevilla", señala. Además, Pilar llama la atención sobre el dinero que gana el Estado con el tabaco.

El año pasado el tabaco aportó al Ministerio de Hacienda más de 6.290 millones de euros, equivalentes al presupuesto del Ministerio de Defensa en 2002. Y es que el tabaco es el producto de venta legal que mayor fiscalidad soporta, pues los fumadores pagan en impuestos un 72%.

Según el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), en la comunidad hay registrados un total de 2.057 estancos que ocupan a 2.546 personas. Sevilla, con 397 establecimientos y 477 personas ocupadas, se encuentra a la cabeza. La siguen Málaga (341 y 452), Granada (284 y 335), Cádiz (257 y 346), Córdoba (248 y 282), Jaén (227 y 273), Almería (183 y 229) y Huelva (120 y 152).