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Néstor Kirchner convence a la CEOE de que representa "una nueva Argentina"

El presidente argentino reclama al Gobierno español una solución para sus emigrantes

El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, llegó ayer a Madrid por segunda vez en los últimos seis meses con la intención declarada de superar todas las fricciones registradas entre su Gobierno, la Administración y las empresas españolas desde que tomó posesión, el pasado 25 de mayo. Y nada más comenzar su visita obtuvo un primer éxito. El presidente de la CEOE, José María Cuevas, salió de su entrevista con "una buena sorpresa, muy positiva". "Estamos ante una nueva Argentina", dijo. Kirchner lamentó, sin embargo, la situación de sus inmigrantes en España.

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"Me he llevado una buena sorpresa con Kirchner. La reunión fue muy positiva", aseguró Cuevas. "Estamos ante una nueva Argentina, aunque hay asignaturas pendientes por ambos lados, tanto por parte de las empresas como por la del Gobierno. Pero siento que tenemos capacidad para enfrentar esas asignaturas y resolverlas. Por algo las empresas han anunciado nuevas inversiones y, además, habrá más inversiones que las ya anunciadas". El presidente de la patronal hizo estas declaraciones al salir de la primera entrevista que celebró Kirchner tras su llegada a Madrid, pasada la una de la tarde de ayer.

El 17 de julio pasado, cuando el presidente argentino visitó por primera vez España, Cuevas, consternado, resumió con un "nos ha puesto a parir" el pésimo clima que había reinado en el encuentro con la plana mayor de las grandes empresas españolas.

Los reproches y acusaciones de complicidad con la corrupción formulados entonces por el mandatario, sin asomo de respeto hacia las normas de la cortesía, y comunicados inmediatamente a la prensa por su jefe de gabinete, Alberto Fernández, dejaron un mal sabor e incrementaron las preocupaciones de los empresarios, en lugar de disiparlas, como correspondía a la visita.

El viaje de los Reyes a Buenos Aires, el pasado 12 de noviembre, consiguió suavizar el clima, pero tuvo también su incidente. El mismo Fernández volvió a informar a la prensa de que Kirchner había dicho a don Juan Carlos que "ni el Rey" le impediría revistar los contratos de servicios firmados con empresarios españoles. La noticia -presumiblemente para animar el debate político local-, fue luego desmentida por el Gobierno argentino.

La visita que comenzó ayer, y que se prolongará hasta la noche del viernes, pretende serenar los ánimos definitivamente y asentar un clima de cooperación. Tiene un carácter especial, ya que es una iniciativa de Kirchner apoyada por algunas de las grandes empresas con intereses en su país, como Repsol-YPF.

No se trata, en principio, de una visita oficial y el Gobierno se mostró remiso a confirmarla, incluso el pasado viernes. Se decía que Kirchner venía a la inauguración, hoy, de la feria de turismo Fitur, y a ver a algunos empresarios. Luego se supo que el martes cenaba con los Reyes, que el presidente del Gobierno, José María Aznar, le recibiría esta mañana, y que también vería a los líderes del PP, Mariano Rajoy, y del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y al ex presidente del Gobierno Felipe González.

En cuanto a empresarios, el líder argentino recibirá separadamente a los presidentes de Telefónica, Repsol, Endesa, SCH, BBVA y PRISA.

"El presidente ha venido a traer el mensaje de que quiere un futuro común [con las empresas españolas] y cuentas claras", dijo el ministro de Exteriores, Rafael Bielsa, en los inicios de una visita que tendrá también su importancia para tranquilizar al FMI. "No sería inteligente que las empresas españolas vayan a reclamarnos aumentos de tarifas en este viaje. Esto no es una sesión de psicoanálisis", añadió un funcionario.

"No pedimos clemencia"

Francisco Luzón, director general del SCH, declaró, tras entrevistarse con Kirchner, que los bancos no renuncian a que se les indemnice por los efectos de la devaluación del peso.

El presidente argentino dejó claro que el clima de concordia no le impedirá, en cualquier caso, protestar porque el subsecretario de Trabajo, José María Olano, declaró hace días que España no dará trato preferente a los 40.000 argentinos que están en España sin permiso de residencia.

"No tengan duda de que vamos a conversar con el Gobierno y con el Rey para que se solucionen sus problemas", dijo Kirchner ayer en el Círculo de Bellas Artes, en la presentación de un libro sobre inmigración argentina. "No pediremos clemencia ni indulgencias, porque estamos de pie. Es un tema que va más allá los tratados y las leyes", añadió.

Bielsa informó de que había protestado ante su homóloga Ana Palacio por las declaraciones de Olano y le había pedido la paralización de todas las medidas iniciadas contra inmigrantes argentinos.

Kirchner saluda a los asistentes a la presentación de un libro sobre inmigración.
Kirchner saluda a los asistentes a la presentación de un libro sobre inmigración.RICARDO GUTIÉRREZ

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