Los especialistas piden unidades del dolor en todos los hospitales
Más del 9% de los valencianos sufren de dolor crónico, según una encuesta
La red pública sanitaria sólo cuenta con dos unidades multidisciplinares dedicadas íntegramente al tratamiento del dolor: las ubicadas en los hospitales La Fe y General de Valencia. Los responsables de estos servicios reclamaron ayer la existencia de unidades básicas en todos los hospitales y presentaron una encuesta elaborada en toda Europa en la que un 11% de los españoles dice sufrir o haber sufrido dolor crónico, por el 9% de valencianos.
Pallarés recordó el compromiso de Sanidad de poner en marcha dos unidades
El presidente de la Sociedad Valenciana del Dolor y jefe de la unidad multidisciplinar para el tratamiento del dolor en el hospital La Fe, Jorge Pallarés, comentó ayer que en la Comunidad Valenciana hay nueve unidades para tratar el dolor en los hospitales de la red pública, aunque sólo tres de ellas cuentan con reconocimiento oficial y dos -en los hospitales La Fe y General de Valencia- dedicadas de forma exclusiva a este propósito. Además, señaló que su mayoría están en la provincia de Valencia (5), frente a las tres de Alicante y una en Castellón. Pallarés reclamó un aumento de las unidades de forma que se extiendan a todos los hospitales y contar así con una distribución geográfica que haga accesible a todos los pacientes este tipo de tratamientos, aunque no sean necesariamente todos ellos de primer nivel. Pese a este "déficit importante", reconoció que la Comunidad Valenciana es, junto a Cataluña, una de las autonomías con mayor cobertura asistencial y recordó el compromiso de Sanidad de poner en marcha dos unidades más.
El responsable de la unidad del hospital General, José Antonio de Andrés, que acompañó a Pallarés, describió los datos de la encuesta Dolor en Europa, el primer estudio epidemiológico referido a esta cuestión en el continente -con unas 11.000 entrevistas, 300 de ellas en España-, en la que el 11% de los españoles admiten sufrir o haber sufrido dolor crónico y un 9% de valencianos, frente al 30% de noruegos o 21% de austriacos. Pallarés señaló que en buena medida, la "infranotificación" en España está detrás de estas diferencias, y además destacó la fuerte tradición judeocristiana que liga una serie de virtudes al sufrimiento, además de los cuidados familiares que liman las dificultades asociadas al dolor. De hecho, De Andrés destacó también la falta de formación de los especialistas, lo que en casos provoca que los pacientes no reciban un tratamiento adecuado al estar su médico más preocupado por la enfermedad que padece que por controlar el dolor.
Más opioides
El 50% de los medicamentos que se prescriben contra el dolor son antiinflamatorios, por sólo un 13% de opioides menores y un 1% mayores. José Antonio de Andrés destacó las reticencias que aún existen a la hora de tratar con opiáceos y el elevado tiempo que muchos pacientes sufren el dolor crónico hasta que finalmente reciben el tratamiento adecuado. Un ejemplo de ello es el caso de Bienvenido Díez, un paciente que acudió a la rueda de prensa celebrada ayer, que a los 42 años comenzó a sufrir dolor lumbar que le sentó en una silla de ruedas, de la que se ha levantado hace ocho años, con 68, tras la implantación de una bomba de infusión espinal de morfina.
Éste es el paciente tipo de un programa que desarrolla el hospital General destinado a la prescripción racional de opioides, dirigido a cubrir el déficit de este tipo de tratamiento. El plan cuestan con el aval de los colegios de Enfermería y Farmacia de Valencia, de forma que se atiende de forma individualizada a unos 300 mayores a quienes se sigue de cerca y se les mantiene informados de la medicación que reciben y los beneficios y contraindicaciones asociados. Un plan destinado a acabar con los mitos asociados a los derivados opiáceos.
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