Kohl considera una vergüenza la actitud de Schröder ante la UE
El ex canciller alemán rompe su silencio habitual con una crítica frontal al Gobierno
El ex canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, acusó a su sucesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD), y al ministro de Exteriores, Joschka Fischer, de Los Verdes, de carecer por completo del sentido de la historia en su política europea y de haber destruido la confianza construida durante 50 años en las relaciones con EE UU. Al mismo tiempo, Kohl se pronuncia contra un directorio en la UE y la Europa de dos velocidades que preconizan Francia y Alemania, si no se acepta el reparto de poder en la UE establecido en la Convención Europea.
Kohl califica de "una verdadera vergüenza" el incumplimiento del Pacto de Estabilidad y el intento de Alemania de evitar con trucos cumplir con los criterios exigidos por la UE.
El veterano político democristiano de 73 años se soltó el poco pelo que le queda en una extensa entrevista, publicada en el prestigioso diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung. Considera Kohl deseable llegar pronto a un compromiso sobre la Constitución Europea y condena las tensiones de la última cumbre de Bruselas: "Durante la conferencia predominaron los intereses nacionales. Lo importante es que no surja un directorio de algunos Estados grandes que tutele a los pequeños".
Críticas a Chirac
Critica Kohl al presidente de Francia, Jacques Chirac, cuando dijo que Polonia tendría que callarse al exponer su postura sobre la guerra de Irak. Según Kohl, esta declaración de Chirac provocó incredulidad y que los polacos se dijeran: "Si durante 50 años hemos recibido órdenes del Kremlin, ahora no se nos pasa por la cabeza que desde el Elíseo nos impongan lo que tenemos que hacer". Para Kohl, es comprensible que los países del antiguo Pacto de Varsovia no admitan tutelajes ahora.
No tiene Kohl buen concepto de Schröder y de Fischer, a los que define como "gente que opera sin el menor sentido de la historia y parten de falsos supuestos. La situación alemana en el medio de Europa obliga a asumir una función de centro". Acusa Kohl con dureza al Gobierno alemán de incumplir el Pacto de Estabilidad: "No puedo callar ante esta pieza vergonzosa de la política alemana, porque despilfarramos la confianza depositada en nosotros por nuestros vecinos y por el mundo. Nuestros ciudadanos tienen derecho a que el euro sea una moneda estable y lo ocurrido
es una traición a la estrecha cooperación franco-alemana".
Confía Kohl en que Polonia evolucione de sus posiciones de cercanía a EE UU, se aproxime a la UE y se normalicen las relaciones con Alemania. "Desde mi oficina a la frontera alemana con Polonia hay 89 kilómetros. Esto es diferente de la distancia a Washington", afirma. Al final de la entrevista, acusa Kohl a Schröder y Fischer de haber ganado las elecciones de septiembre de 2002 gracias a haber explotado el miedo a la guerra de los alemanes. Asegura que él no habría enviado jamás soldados alemanes a Irak y que EE UU tampoco lo exigía. Lo que quería Washington era apoyo en la ONU, y "ahí los dejamos abandonados".
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