Jatamí trata de restar importancia a la crisis política en Irán
El presidente asegura que seguirá en el puesto
No hay ruptura en Irán. En su línea de diálogo y moderación, el presidente Mohamed Jatamí quitó importancia ayer a las informaciones sobre su inminente dimisión procedentes de su Gobierno. "Tengo la intención de continuar mi tarea", aseguró. "Lo que sucede en mi país forma parte del proceso electoral", añadió, en referencia a la crisis abierta por el veto del Consejo de Guardianes a la mayoría de los candidatos reformistas a las elecciones de febrero.
Jatamí, que acababa de pronunciar el discurso inaugural del Foro Económico de Davos, reiteró que "la democracia es un proceso que no puede imponerse por la fuerza".
"La democracia es un proceso que no puede imponerse por la fuerza"
"Lo que sucede en Irán es normal; forma parte del proceso electoral en cualquier país para el que las elecciones sean importantes", declaró Jatamí a los periodistas que cubren el Foro de Davos. "Mis colegas y yo tenemos un objetivo: asegurarnos de que las elecciones son libres y competitivas y el desarrollo de los acontecimientos va en esa dirección", defendió. "Mis colegas y yo estaremos al servicio de Irán y, Dios mediante, tendremos unas elecciones libres", repitió. Pero horas antes había sido más claro: "Tengo la intención de continuar mi tarea y mi servicio al pueblo", declaró a la televisión suiza.
A la salida del Consejo de Ministros semanal, el vicepresidente Mohamed Abtahí, considerado una persona muy cercana a Jatamí, anunció en Teherán que varios ministros y otros vicepresidentes (hay seis en total) habían entregado ya sus dimisiones en protesta por la actitud del Consejo de Guardianes. Este órgano supervisor, controlado por los conservadores , apenas ha levantado el veto a 200 candidatos de los casi 4.000 que descalificó inicialmente. La prohibición, anunciada hace 12 días, llevó a encerrarse en el Parlamento a 80 diputados reformistas y abrió una crisis política en la que finalmente intervino el ayatolá Alí Jamenei, máximo líder de la República Islámica.
Jamenei, que tiene la última palabra en la mayoría de los asuntos de Gobierno a pesar de no ser un cargo electo, pidió a los miembros del Consejo de Guardianes que revisaran cuidadosamente su decisión. Sin embargo, a menos de un mes de los comicios, los 12 representantes de la línea dura del régimen islámico parecen habérselo tomado con calma. Sólo han cambiado de opinión en un 5% de los casos y los afectados ven cómo el tiempo juega a favor de los conservadores. De ahí la vuelta de tuerca de los reformistas con esta nueva amenaza de dimisión que ya habían anunciado la semana pasada. Sólo que en esta ocasión Abtahí dio a entender que el presidente también iba a dejar el Gobierno.
Jatamí insistió en Davos en la necesidad de "diálogo entre culturas y civilizaciones desde un plano de igualdad". En una conferencia en la que hizo referencias a Hume y Max Weber, el clérigo defendió que ese diálogo "no es sólo una necesidad de los pobres, sino también de los fuertes y poderosos". El presidente iraní pareció disfrutar con la posibilidad de disertar en el terreno de la filosofía y de la ética, pero no evitó afrontar las cuestiones políticas candentes y, tras concluir su discurso, compareció ante los medios de comunicación.
"Irán nunca ha intentado hacerse con armas de destrucción masiva", subrayó muy serio durante la conferencia de prensa, en la que, por lo demás, se mostró relajado y con su habitual sentido del humor. Jatamí negó que el acuerdo alcanzado por su país con el Organismo Internacional de la Energía Atómica responda a la política de firmeza de Washington, tal como pretendió George Bush en su discurso sobre el estado de la Unión de la madrugada anterior. "Todo el ruido y la fanfarria de EE UU no han tenido nada que ver con nuestra decisión", manifestó, antes de poner como ejemplo la negociación al respecto con la UE como prueba de que se puede avanzar hacia el entendimiento a través del diálogo.
Jatamí aseguró que "la política de Bush no ha tenido éxito" y puso como ejemplo los casos de Afganistán e Irak. "Después de desplegar todo su poderío en Afganistán para capturar a Osama Bin Laden, ¿dónde está? ¿Ha desaparecido acaso la amenaza de Al Qaeda?", se preguntó el mandatario iraní. En cuanto a Irak, subrayó que no se han encontrado las armas de destrucción masiva que sirvieron de pretexto a la invasión ni EE UU está cumpliendo las promesas de democratizar el país. "El ayatolá Alí Sistaní ha pedido elecciones directas, pero los ocupantes que prometían instaurar la democracia se oponen a ellas. Juzguen por ustedes mismos", retó.
Jatamí no tuvo reparo en responder a un periodista israelí que le preguntó por las condiciones para que Teherán reconociera a su país. "Tenemos un obstáculo moral con Israel", explicó sin mirar directamente a su interlocutor, "la ocupación no legitima y es muy peligroso ocupar una tierra y reclamar su propiedad". No obstante, precisó que Irán "no interfiere en los asuntos internos de otros países y respeta la decisión de los palestinos". Tampoco le descolocó la sugerencia de que podía poner en práctica su promoción del diálogo con el vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, que hoy llega a Davos.
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