El 10% de los 9.500 nuevos alumnos de la UPV sigue cursos de refuerzo

Los jóvenes que acceden a los estudios universitarios en la UPV no las tienen todas consigo cuando dejan atrás el Bachillerato y pasan a integrarse en la Educación Superior. Así lo demuestra el hecho de que en el curso 2003-04 uno de cada diez alumnos que se han matriculado por primera vez en la universidad pública (1.017 sobre un total de 9.500), ha participado en alguno de los cursos de refuerzo, bautizados como Cursos cero, organizados por varios centros de la UPV. La sensación de inseguridad frente a una nueva etapa se agudiza en las titulaciones englobadas dentro de las áreas de ciencias experimentales y enseñanzas técnicas, puesto que la gran mayoría de los cursos se circunscriben a conocimientos relacionados con estos campos del saber.

Las facultades de Ciencias, Farmacia y Química y las diferentes escuelas de Ingeniería copan la oferta de estas clases de refuerzo, que también están presentes, aunque de una forma menos significativa, en alguno de los centros que imparten Ciencias Empresariales y Económicas. Las materias relacionadas con las matemáticas, la física, la química y el dibujo técnico han sido las más demandadas por los estudiantes, que han respondido en masa a una iniciativa que ya se ha probado con éxito en otras universidades españolas y que comenzó el curso pasado en la UPV de manera experimental.

Estas clases cuentan con unas características particulares. Pese a que existe una normativa genérica, su organización depende de cada centro. Sólo se ofrecen a alumnos de primer curso, deben comenzar después del 1 de septiembre y su duración no puede ser superior a los tres meses. Aunque quienes imparten los cursos son profesores universitarios, las horas lectivas, de diez a treinta, no computan como créditos universitarios.

Base mínima

"Se entiende que tiene que ver con la formación preuniversitaria, no con la universitaria", explica el vicerrector de Ordenación Académica de la UPV, Enrique Amezua. Se prescinde de los exámenes, su precio es simbólico (entre 7,65 y 54 euros, el curso completo), su carácter es voluntario y no condiciona de ningún modo la evaluación de las asignaturas con las que se relaciona.

Los principales objetivos que se persiguen con estos cursos son la corrección de un descenso en el nivel de la preparación de los alumnos y el establecimiento de una base mínima uniforme de conocimiento de las materias estudiadas. "Ahora contamos con un sistema de acceso amplio, en el que el alumno puede haber estudiado cualquier cosa y no se le cierran las puertas para que se decante por una titulación que nada tiene que ver con su formación. Con ello, se producen situaciones como la de, por ejemplo, estudiantes que se han inscrito en la carrera de Químicas y no han dado Química en el bachillerato", justifica Amezua.

La universidad pública no es la única institución de enseñanza superior de la comunidad autónoma que ha creído conveniente institucionalizar una ayuda académica en determinadas asignaturas para sus nuevos alumnos. También la Universidad de Deusto ha incluido en sus centros clases de apoyo para los estudiantes de primer curso. En la Facultad de Ingeniería se desarrolló durante el pasado mes de septiembre un taller de matemáticas y física, organizado como asignatura de libre elección. Un programa similar existe en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales del campus de San Sebastián, donde se organiza un curso de matemáticas de carácter voluntario.

Además de reforzar el aspecto lectivo, la institución deustense, embarcada en una profunda renovación de su modelo pedagógico, también ha diseñado una serie de actividades para tratar de lograr una transición lo menos traumática posible de los estudiantes a su novedosa forma de trabajo y docencia.

A ellas se suman las jornadas de acogida que celebra la Facultad de Derecho, con las que se trata de familiarizar a los estudiantes con la carrera y los recursos informáticos. Del mismo modo, desde hace varios años se ofrecen en La Comercial los llamados seminarios de habilidades directivas, en los que durante los primeros días del curso los alumnos reciben nociones sobre comunicación oral, trabajo en equipo y gestión de tiempo.