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Un juez imputa a dos directivos que participaron en la venta de Miniwatt

Una querella de CC OO les acusa de querer liquidar la empresa

El Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona ha citado a declarar como imputados para el próximo día 23 a dos altos directivos acusados de un delito contra la seguridad de los trabajadores por la venta de la antigua Miniwatt a través de LG Philips. Se trata del responsable de la división de tubos catódicos de la compañía, Andreas Wente, y de Piet Hein Boorgerd, el consejero delegado de Business Creation, la nueva propietaria.

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El proceso judicial que se sigue en ese juzgado se inició a raíz de la querella que presentó en su día Comisiones Obreras (CC OO) por un delito contra los derechos de los trabajadores. En síntesis, el sindicato considera que el proceso de venta no pretende otra cosa que liquidar la compañía de manera progresiva y qu

e la venta del 90% de las acciones de LG Philips a Business Creation, que se llevó a cabo el 31 de marzo de 2003, sólo era el primer paso.

La antigua empresa Miniwatt se dedicaba a la fabricación de tubos catódicos para televisores de 14 pulgadas que se exportan a todo el mundo, si bien se trata de una tecnología que está en decadencia tras la irrupción en el mercado de las pantallas planas y su sucesivo abaratamiento.

La fábrica, que ahora se denomina Barayo, SA, está situada en el paseo de la Zona Franca de Barcelona y tiene unos 600 trabajadores. Nada más hacerse cargo de ella, la nueva propietaria ya anunció su intención de reducir ese número a la mitad. Un tercio de la plantilla tiene más de 60 años. En junio de 2001, antes de que se produjese la venta,

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Miniwatt ya redujo su plantilla en 161 personas a través con un expediente de regulación de empleo que fue aprobado por el Departamento de Trabajo de la Generalitat y al que se opuso CC OO.

Según la querella, interpuesta por la federación del metal de CC OO de Cataluña y redactada por el abogado Rafael Núñez Dueñas, Business Creation carece de capital y tecnología para asegurar la continuidad de la industria y se trata únicamente de "una empresa liquidacionista". La nueva propietaria tiene una amplia experiencia en procesos de reconversión industrial y tras la compra ya advirtió de que no existía demasiado futuro para la fabricación de tubos catódicos para televisores de 14 pulgadas. Ante ese panorama, la opción era diversificar la actividad y la irrupción de un nuevo aliado empresarial, pero ese proyecto no se ha concretado como se esperaba.

El pasado 8 de octubre ya declaró como imputado en este proceso el ex directivo de LG Philips James McCulloch Smith. El inculpado admitió que había firmado la venta de las acciones por un montante de 135.000 euros en un primer pago y otro diferido al año 2010 y sin cuantificar. Asimismo asumió que había recomendado la venta y admitió que en este proceso se tuvieron en cuenta las expectativas económicas que se abrían para los nuevos dueños con una recalificación del suelo que ocupaba Miniwatt.

Indicios de delito

La querella de CC OO fue presentada en enero de 2003, pero el Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona no la admitió. El sindicato recurrió y la Sección Séptima le dio la razón porque apreció "la existencia de indicios de la comisión de un delito contra la seguridad de los trabajadores suficiente para la admisión y apertura del proceso penal". Posteriormente, los querellantes identificaron a los directivos que consideran responsables de la venta y pidieron al juez que los imputase, como ha ocurrido.

El abogado Rafael Núñez recordó ayer: "Nuestro actual ordenamiento jurídico prevé mecanismos legales que deben activarse ante la autoridad laboral para que, con todas las garantías, se pueda evaluar si se da el caso para otorgar la extinción de puestos de trabajo". El letrado considera que el caso de Miniwatt es "un ejemplo ilustrativo en el que la empresa busca un atajo a través de sociedades que no garantizan la viabilidad y les permite el traslado a otros países más rentables ignorando los derechos de los trabajadores".

Un suelo muy preciado

Más allá de la coyuntura industrial de la empresa, el sindicato Comisiones Obreras entiende que uno de los motivos que pueden llevar a la nueva propietaria a vender los terrenos que ahora ocupa la factoría en la Zona Franca es el elevado precio que puede llegar a percibir por el solar.

Son unos terrenos de propiedad que se han revalorizado mucho en los últimos años, especialmente en los últimos días porque están comprendidos en la zona genérica en la que el alcalde de Barcelona, Joan Clos, anunció la próxima creación de un barrio y la construcción de miles de viviendas.

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