Nueva concentración en Nerva por la meningitis
Una 1.500 personas, según fuentes municipales, se concentraron ayer en el paseo de la Farola, frente al Ayuntamiento de Nerva (Huelva), para reclamar a las administraciones que expliquen el motivo de que se repitan casos de meningitis en la localidad. Los vecinos solicitaron a las autoridades sanitarias aclaraciones sobre los últimos casos de meningitis, entre ellos el de un joven de 16 años que murió el pasado 31 de diciembre debido a la enfermedad. Numerosos vecinos de localidades colindantes como Riotinto, El Campillo o Zalamea secundaron la protesta.
La concentración, convocada por el colectivo de estudiantes del instituto Vázquez Díaz, donde estudiaba el joven fallecido, sirvió para expresar, según los organizadores, la incertidumbre que pesa sobre la población ante la falta de resultados de las investigaciones médicas. Al término de la movilización se leyeron tres comunicados. Manuel Balbuena, de 18 años, amigo del fallecido, leyó el primer texto: "No pertenezco al instituto porque estoy trabajando, pero considero que no son suficientes las explicaciones aportadas por el consejo de expertos. Mi pregunta es ¿por qué Nerva?".
Por su parte, José María Bravo, de 17 años, leyó el segundo comunicado: "Los jóvenes en edad de riesgo de contagio estamos atemorizados. Queremos soluciones, respuestas concretas. Confío en las investigaciones pero quiero que concluyan en algo concreto ya". El tercer comunicado, que leyó Moisés Martín, de 15 años, incidía en el mismo hecho de la falta de explicaciones: "Nos piden que nos tranquilicemos, que no nos alarmemos, que el último caso ha sido esporádico y que el brote de meningitis de la primavera pasada ya pasó, pero no nos aportan datos, no se basan en nada concreto".
Isabel Periane, de 39 años, madre de dos hijos y tía del joven fallecido, afirmó con dolor: "Me gustaría que ustedes no dieran una imagen de que aquí todo el mundo va con mascarillas. Los jóvenes las llevan en la concentración como símbolo de protesta, pero después llevamos una vida normal, como en el resto de los pueblos". Y añadió: "Lo que le ocurrió a mi sobrino es una tragedia que no le deseo a nadie, pero pediría que nos respeten, que no nos señalen con el dedo. Demasiado dolor y tensión hay ya entre la población. No estamos infectados, aquí la gente sigue haciendo su vida". El alcalde, Eduardo Muñoz, que asistió a la concentración, dijo que "los vecinos están deseosos de que esto acabe".
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