El colapso del Clínico obliga a instalar cinco camas por habitación

Por segunda vez en dos meses, el hospital Clínico ha tenido que instalar una quinta cama en una treintena de habitaciones para hacer frente a la avalancha de pacientes que ha colapsado de nuevo el servicio de urgencias, según denuncian UGT y Satse. Pacientes y trabajadores se quejan de la masificación, de la falta de medios y de que sólo hay un baño disponible para cada tres habitaciones. El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que acudió ayer al hospital para conocer "de primera mano" lo que estaba sucediendo, reconoce que el centro vive "una situación complicada".

Los responsables del hospital admiten que el pasado martes se vieron desbordados por la afluencia de pacientes pero aseguran que ya ha tomado las medidas oportunas y confían en que el próximo fin de semana la situación esté normalizada. El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, acudió ayer al Clínico ante el colapso de las urgencias. Reconoció la "situación complicada" y admitió que el sistema de derivar enfermos "a veces resulta poco operativo por cuestiones de interrelación entre los hospitales públicos, de comunicación e incluso de desplazamiento del propio paciente al centro derivado", según Europa Press.

El Clínico está colapsado pese a tener más de 1.000 camas, porque atiende una población excesiva, más de 600.000 personas, algo común en la mayoría de los hospitales públicos de la región. "Esta población supera la capacidad del hospital, da igual lo que se haga. Sanidad tiene la culpa porque hace dos años quitó a 120.000 pacientes del Doce de Octubre y nos los colocó a nosotros, que ya estábamos casi al límite", denuncia Juan Antonio Alba, secretario de UGT en el Clínico.

Otro problema del hospital es que atiende a la población del centro de Madrid, la más envejecida de la región. "Estos pacientes requieren más tiempo en urgencias para hacerles pruebas diagnósticas, ingresan más veces que el resto de los ciudadanos y permanecen más días ocupando una cama", añade.

Además, "un 20% de las camas está ocupada por enfermos que no deberían estar aquí, sino en centros sociosanitarios donde se les atendiera de sus dolencias crónicas o propias de la tercera edad. Pero resulta que el hospital del Generalísimo, que está aquí al lado y que sería el lugar indicado para ello, sigue cerrado porque Sanidad y el Gobierno central son incapaces de alcanzar un acuerdo", continúan desde UGT.

Hospitales de apoyo

Como última solución, el Clínico trata de enviar enfermos a los denominados hospitales de apoyo, como el de la Cruz Roja o el Virgen de la Torre, que asumen el exceso de pacientes de los grandes hospitales públicos.

Pero cuando el hospital intenta aplicar esta solución, se lo impiden dos obstáculos insalvables: estos centros no tienen camas libres para el Clínico y, cuando las tienen, son las ambulancias que deben hacer el traslado las que están ocupadas. "Ayer tuvimos a seis pacientes esperando todo el día en un pasillo a que una ambulancia les trasladara a otro hospital. Estaban preparados a las diez, pero con el nuevo sistema de ambulancias [que Sanidad ha implantado este mes], resulta que no había ninguna libre. Al final, tuvieron que ser trasladados de madrugada", denuncia Alba.

Un portavoz de Sanidad admitió ayer dos retrasos "de varias horas, de hecho un traslado se anuló porque el retraso era excesivo". Sanidad no pagará ninguno de los servicios.

El actual colapso del Clínico empezó a fraguarse el pasado fin de semana, cuando aún no se había reincorporado toda la plantilla tras las vacaciones navideñas. Pero la saturación total se produjo el martes, según admite el propio centro. Aquel día, los 500 pacientes que habitualmente atienden las urgencias del hospital se elevaron a casi 600, según un portavoz. "No hay una enfermedad dominante, aunque las más frecuentes son las afecciones respiratorias y otros problemas relacionados con el sistema circulatorio o la medicina interna".