"Las redes ya trasladan niños esclavos a Europa"
La esclavitud infantil está a la orden del día en África occidental. El pasado 25 de septiembre la policía nigeriana rescató a 115 niños benineses, la mayoría menores de 14 años, víctimas del tráfico infantil. Tras ser comprados a sus padres a bajo precio, fueron trasladados a minas nigerianas. Alfonso González-Jäggli, delegado de la ONG Tierra de Hombres (TdH) en Benín y Togo, lucha desde hace 18 años contra esa esclavitud. TdH cuida de los menores desde el rescate hasta que pueden reencontrarse con sus familias.
El pasado 4 de diciembre los pequeños de Benin volvieron a casa. González-Jäggli asegura en entrevista telefónica que la presión ayuda a concienciar a las autoridades de los países afectados a ser más severas contra "esta lacra social". Más de 200.000 niños son comprados a sus familias para trabajar como esclavos en África occidental, según la Organización Internacional del Trabajo.
Pregunta. ¿Cómo se lleva a cabo la compra de niños?
Respuesta. Los compradores van a campesinos pobres con muchos hijos, y les ofrecen una vida mejor para los pequeños. Para demostrarles que pagarán a sus hijos les dan una cantidad simbólica.
P. ¿Qué papel juegan los padres en la venta?
R. Los padres no tienen responsabilidad penal. Muchos son analfabetos y los traficantes les engañan. No son cómplices de este acto de barbarie. Los traficantes les aseguran que sus hijos vivirán mejor y ellos acceden por el bien de los chicos. La lucha ha de ser contra los traficantes y contra los explotadores.
P. ¿Cómo detectan las redes de tráfico infantil?
R. Son las autoridades policiales quienes se encargan de detectarlas y de recuperar a los niños. La detección todavía es muy débil porque la policía tiene pocos recursos. No sabemos el número exacto de niños que hay en las canteras ni en otros lugares. Es una tarea difícil y que requiere tiempo. Una vez localizados los pequeños empieza nuestro trabajo. Cuidar a los menores e intentar localizar a sus familias son nuestros dos objetivos principales.
P. ¿Cuánto tiempo permanecen con ustedes?
R. Son menores de entre 6 y 14 años, y acostumbran a estar con nosotros un máximo de tres meses. Es el tiempo que necesitamos para localizar a las familias respectivas, hablar con ellas, saber porque entregaron a sus hijos y prepararlas para el regreso del chico. También intentamos asegurarnos de que no se vuelva a repetir la situación. Los tribunales de justicia, además de perseguir a los responsables del tráfico de menores, realizan un seguimiento de la vuelta a casa de los niños para conocer en todo momento cuál es la situación. Los más pequeños son los más vulnerables y los que menos problemas dan al traficante.
P. ¿En qué países se producen más casos de tráfico de niños?
R. En Benin, Togo, Burkina Faso y Mali, por su gran pobreza. Nigeria, Costa de Marfil, Gabón o Camerún son los países adonde los niños son llevados a trabajar. Ahora las redes ya empiezan a trasladar a niños esclavos a Europa. La esclavitud infantil afecta por desgracia a todos los continentes.
P. ¿Cuál es el estado de los menores al llegar a los centros gestionados por TdH?
P. Los niños nunca han consentido irse. Han sido engañados por un sueño. Todos quieren ir al colegio y estudiar. Les maltratan y están mal nutridos. Algunos mueren. Otros se fugan pero, al encontrarse en un país desconocido, no logran volver a casa y deambulan por las calles, con el peligro de que la policía los maltrate de nuevo. A otros los recuperamos con graves problemas psicológicos y hay que trabajar mucho con ellos para rehabilitarles, porque si no la agresividad y la rabia que llevan dentro puede aparecer en su vida adulta.
P. ¿Cómo es el retorno a casa?
R. Intervienen muchas personas y colectivos para asegurar la estabilidad de los menores. Agentes sociales, autoridades del pueblo y profesores están presentes. Suele ser un momento intenso, de felicidad. Pero luego la vuelta se ve que es dura.
P. ¿Hay más niños o niñas esclavos?
R. En las canteras hay más niños, pero en el servicio doméstico abundan las chicas. Depende del ámbito y de los trabajos.
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