El programa fiscal del PSOE plantea reducir los impuestos para las rentas medias y bajas

Uno de los frentes en los que el PSOE va a plantear una batalla abierta para ganar las elecciones es en el terreno fiscal, materia en la que el PP ha tomado la delantera con las dos reformas que ha hecho en las dos legislaturas que ha gobernado. Se trata de lograr la bandera de progreso que acerque a los electores y, para ello, el partido que dirige José Luis Rodríguez Zapatero se plantea abordar una nueva reforma fiscal que sería efectiva desde la mitad de la legislatura.

Con las premisas de "no aumentar la presión fiscal actual, mejorar la equidad del sistema de tratamiento de las distintas fuentes de la renta y reducir la tributación de las rentas medias y bajas", el programa del PSOE propone, como hitos más importantes, simplificar los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y reducir el tipo máximo hasta aproximarlo al Impuesto de Sociedades; asimismo, planea situar este impuesto, actualmente en el 35%, en la media de la Unión Europea (en torno al 30%), y rebajar el IVA para los alimentos básicos y la cultura. Uno de los puntos culminantes, el objetivo perseguido es conceder mejor tratamiento a las rentas de trabajo y aumentar la tributación de las de capital.

El programa promete reducir el tipo máximo del IRPF y elevar el mínimo exento de hacer la declaración

El IVA para alimentos básicos y productos culturales bajaría y subiría el de tabaco y alcohol, excepto el vino

Queda sin aclarar si el PSOE fijará el tipo único del IRPF, una de sus ideas más polémicas

El PSOE quiere aplicar a todas las empresas un impuesto de sociedades cercano al 30%

Los socialistas aseguran que las medidas persiguen "la progresividad fiscal" y que "pague más el que más tiene"

Zapatero planea pactar con las autonomías recortes en el impuesto de patrimonio

La Propuesta Fiscal del PSOE, en la que ha participado un amplio número de expertos socialistas e independientes dirigidos por el economista Miguel Sebastián (uno de los 10 miembros del equipo de notables de Zapatero) y que será presentada hoy en un acto público, trata, además, de "garantizar la progresividad del sistema fiscal" y que "pague más quien más tiene". Un principio que consideran básico desde una perspectiva de izquierdas, al igual que el resto de objetivos que, en definitiva, redundarían en mejorar la redistribución de la carga fiscal y acercar al ciudadano al cumplimiento de las obligaciones con Hacienda.

Son unas propuestas que tratan de "corregir los errores que se han cometido durante el mandato del PP", cuyas principales características son las siguientes:

- IRPF. La finalidad de los socialistas en el impuesto de la renta es simplificar el actual sistema. Ya el PP, en la última reforma que entró en vigor para la declaración de 2003 (la que los ciudadanos tienen que presentar este año), redujo a cinco tipos, entre un mínimo del 15% y un máximo del 45%, el citado impuesto, del que una tercera parte se destina a las comunidades autónomas y dos al estado. Los tipos intermedios son 24%, 28% y 37%. El objetivo es aproximar el tipo máximo al Impuesto de Sociedades, que ahora está en el 35%, pero que el PSOE se propone reducirlo al entorno del 30%. Además, pretende elevar el mínimo exento para declarar, que actualmente se sitúa en 22.000 euros.

El PSOE trata de favorecer las rentas de trabajo y endurecer las de capital. En ese sentido, el compromiso consiste en volver a introducir la progresividad en las plusvalías obtenidas (fondos de inversión, acciones, inmuebles...) con la que acabó el PP al establecer un tipo fijo del 15% para los incrementos de patrimonio con una antigüedad superior a un año con independencia de las otras rentas (actividad profesional...) del contribuyente. Este cambio supondría recuperar un sistema más equitativo, en el que pagaría más el que más rentas obtiene.

Queda en el aire si el PSOE tiene decidido fijar el tipo único, que fue una de las apuestas más sonadas de este partido durante la presente legislatura. El responsable de Economía del grupo, Jordi Sevilla, abrió la caja de las sorpresas cuando en mayo de 2002 anunció esta propuesta situando ese tipo único entre el 25% y el 27%. La iniciativa fue respaldada por un importante ramillete de expertos fiscalistas y economistas. Uno de ellos fue, precisamente, el actual coordinador del programa económico del PSOE, Miguel Sebastián, entonces director del Servicio de Estudios del BBVA. El abierto apoyo de Sebastián desató las iras del ministro de Economía, Rodrigo Rato, que le acusó de ser el muñidor del pensamiento económico del PSOE e ironizó al preguntarse cómo le debían ir las cosas a este grupo cuando "le tenían que hacer sus propuestas desde un banco". Las críticas del entonces vicepresidente segundo del Gobierno provocaron una marejada enorme en el seno de la entidad. Llovía sobre mojado, ya que Sebastián había incomodado al Gobierno en otras ocasiones al descalificar algunas de sus actuaciones. El caso es que varios meses después -en enero de 2003- Sebastián dejaba el banco presidido por Francisco González.

- Impuesto de Sociedades. La novedad más interesante del programa fiscal socialista en el Impuesto de Sociedades consiste en acercar el tipo actual, del 35%, a la media existente en los países de la Unión Europea, que ronda el 30%. El grupo socialista subraya que quiere universalizar este impuesto independientemente del tamaño de la compañía, lo que a juicio de algunos expertos aporta equidad fiscal cuando en la actualidad el tratamiento es más favorable para las pequeñas y medianas empresas (pyme).

- Sucesiones y Patrimonio. Estos impuestos están cedidos en su integridad a las comunidades autónomas. Sin embargo, el grupo socialista quiere consensuar una reforma cuyo principal objetivo es eliminar la tributación tanto de patrimonio como de sucesiones para las rentas medias y bajas, iniciativas que ya ha llevado a cabo o planteado en algunas de las comunidades en las que gobierna, como Andalucía y Aragón.

Un segundo aspecto que afectaría a rentas más altas es la elevación de la progresividad con el alza de los mínimos exentos y la reducción de los tipos impositivos que se aplican en patrimonio y sucesiones.

- IVA. Otro apartado importante es el referente al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que grava el consumo. La medida más espectacular es recortar al 4% (tipo superreducido) el gravamen que se aplica a los alimentos básicos y que en estos momentos está en el 7% (tipo reducido). Por otra parte, para dar un impulso a la cultura, persigue instaurar un tipo del 1% para prensa, revistas y libros, que en la actualidad tributan con un 4%. Esta medida equipararía también a España con el resto de los países que forman la UE. Según el programa de los socialistas, la menor recaudación que se produciría con estas actuaciones de fomento de la cultura se verían compensadas con el incremento de los impuestos especiales que se aplican sobre el tabaco y el alcohol de alta graduación (el vino quedaría fuera de este aumento).

- Impuesto ecológico. No queda fuera de los planteamientos socialistas en materia fiscal un guiño a la preservación de la naturaleza y el medio ambiente. En ese sentido, el programa tiene prevista la elaboración de una ley de bases de finalidad ecológica que llevaría consigo la instauración de un impuesto específico. Este nueva normativa serviría de marco legal para su posterior desarrollo por parte de las comunidades autónomas.