Una juez admite la demanda de un surfista contra la aseguradora del 'Prestige'
El joven reclama los 470 euros de su equipo, que quedó inutilizado por el chapapote
Una juez de Bilbao ha admitido a trámite la demanda civil presentada por un joven surfista domiciliado en Getxo contra la compañía londinense aseguradora del Prestige por los daños sufridos en su equipo a causa del fuel vertido por el petrolero hundido frente a las costas gallegas en noviembre de 2002. Aunque la iniciativa puede parecer anecdótica, en caso de prosperar judicialmente puede tener una gran trascendencia, según destacan las fuentes jurídicas consultadas, ya que abriría una vía de reclamación civil para el resto de particulares y entidades perjudicadas por el naufragio del buque y la catástrofe ecológica subsiguiente.
La demanda, que fue admitida a trámite el pasado 21 de noviembre por la titular del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Bilbao, María José Galindo Olea, fue presentada inicialmente en un juzgado de Getxo en julio pasado por Íñigo Onaindia Calvo.
El joven demandante, que practica habitualmente el surf en las playas vizcaínas de Sopelana y Plentzia, alega en su reclamación que, tras dedicarse a ese deporte el 10 de julio del año pasado en el primero de dichos arenales, tanto su tabla como el traje de neopreno, recientemente adquiridos, quedaron impregnados de chapapote, que resultó imposible de limpiar, y se estropearon de tal forma que "han quedado inútiles para su función". Ese día se recogieron en las playas vizcaínas un total de 3,6 toneladas de restos impregnados de fuel.
El surfista aporta en su iniciativa legal varias fotografías tanto de la tabla como de las prendas dañadas, así como las facturas de su adquisición, por un importe total de 470 euros. Onaindía había comprado el traje dañado apenas tres días antes.
Dicha cantidad es la que ahora reclama a la compañía aseguradora del Prestige, The London Steamship Owners Mutual Insurance Limited, con sede en la capital británica. La demanda tiene su engarce en el hecho de que esta compañía cuenta en Bilbao con unos representantes, la agencia Bereincua Hermanos SL, ya que en caso contrario no habría podido presentarse en Vizcaya. Por ello también ha recaído en un juzgado bilbaíno, pese a ser inicialmente presentada en Getxo, en virtud del artículo 51 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que establece que "las personas jurídicas serán demandadas en el lugar de su domicilio".
La demanda insiste en que el proceso penal por la catástrofe que se sigue en un juzgado de Corcubión (A Coruña), en el que el principal encausado es el capitán del petrolero, Apostolos Mangouras, no impide la reclamación. "Si el capitán del Prestige desobedeció o no a las autoridades españolas o causó daño al medio ambiente, son intrascendentes con relación al daño que aquí se reclama", señala el texto.
El texto presentado por el reclamante al juzgado considera que la aseguradora tiene responsabilidad directa "por las pérdidas o daños causados por el armador del buque interviniendo culpa o negligencia".
La juez, en el auto de cuatro folios en el que admite a trámite la demanda, cita a las partes para la celebración de la vista el próximo 4 de febrero. El auto recuerda a la parte demandada que, si no comparece, no por ello se suspenderá la vista y se le declarará en situación de rebeldía procesal.
El abogado del joven indicó a este periódico que ni él ni su cliente deseaban hacer manifestaciones sobre el caso.
Por otra parte, el Tribunal Federal de Houston (Texas) tomó declaración el pasado día 23 de diciembre a Robert D. Somerville, presidente de American Bureau of Shipping (ABS), la sociedad clasificadora del Prestige, por la demanda civil que el Gobierno vasco interpuso contra ella en mayo pasado. Somerville declaró durante siete horas. El juez mantiene la reserva sobre el contenido de su declaración.
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