¿Qué hay tras la tasa de paro?

Este año tampoco pudo ser. Los buenos tiempos en los que el número de parados descendía son historia. El mercado laboral sigue arrojando síntomas de debilidad pese a que el Gobierno prometió enderezar la evolución negativa del desempleo. En 2003 hay 8.726 parados más. Y lo que es peor, representan cerca del 40% de los nuevos parados de España. Es importante el incremento en la construcción (+15,2%), que ha venido generando fuertes niveles de creación de empleo y que ha actuado como motor de la economía valenciana en los últimos tiempos.

El segmento de población más afectado por el paro es el femenino. El 56% del total son mujeres, y su tasa duplica a la de los hombres. Es incomprensible manifestar que estamos próximos al pleno empleo si no llega a todos por igual.

En 2003 se formalizaron más de 1,5 millones de contratos, de los que sólo el 10,2% fueron indefinidos. La Comunidad tiene una tasa de temporalidad (35,9%) muy superior a la media de España (30,7%). Por ello, el buen dato de aumento de afiliación a la Seguridad Social no sirve de contrapeso por la excesiva temporalidad de los empleos que genera la economía.

Paralelamente a los datos del Servef, el INE publica todos los trimestres la EPA, que arroja una tasa de paro del 10,91%, según los expertos más cercana a los criterios de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). El Servef no aporta la evolución del empleo, se limita a gestionar la cifra de registrados en sus oficinas. Si queremos conocer datos sobre la población activa hay que acudir a la EPA. En ese sentido no se entiende el mal uso que se realiza de la tasa de paro del Inem, ya que para obtenerla dividimos los parados del Inem entre la población activa de la EPA, que se compone de parados de la EPA (siempre superiores al Servef) más ocupados. Así, siempre obtendremos una tasa de paro muy inferior a la elaborada por la EPA.

Vicente Castelló es profesor de la Universitat Jaume I