Los ecologistas culpan al Gobierno de no controlar el 20% de los residuos tóxicos

Ekologistak Martxan, la principal plataforma ecologista vasca, critica con dureza el nuevo plan de residuos peligrosos del Gobierno, aprobado el pasado año. Niega que las más de 300.000 toneladas tengan una correcta gestión y cree que un 20% de ellas no se controla, censura el desmantelamiento de los servicios de inspección y calcula que 4.500 toneladas de lindane siguen aún desperdigadas.

La plataforma considera que el plan, con vigencia entre 2003 y 2006, es peor que el anterior de 1994 e incluso cuestiona su denominación porque "no hay objetivos concretos, fechas ni medios económicos". Ekologistak Martxan asegura que se ha realizado para "cubrir el expediente". En un exhaustivo análisis del documento, aprobado por el Gobierno en julio, los ecologistas califican de "ingenuidad o falsedad premeditada" que se hable de un control de todos los residuos peligrosos generados en Euskadi. Sostienen que desechos como trapos, absorbentes, filtros o envases contaminados "son mezclados habitualmente con otros residuos inertes y depositados en vertederos y escombreras no habilitados para tal fin".

Calculan que más de 57.000 toneladas anuales no se gestionan correctamente, frente a las 149.000 que había en 1991, y sostienen que apenas 350 empresas vascas presentan sus declaraciones anuales de residuos, "a pesar de lo cual la Viceconsejería de Medio Ambiente mira hacia otro lado" . Como muestra principal de "este fraude numérico", citan la situación de los residuos de la limpieza de los barcos, que "se están vertiendo impunemente en nuestras aguas litorales".

Ekologistak Martxan cuestiona los planes de minimización de los residuos y concluye que los desechos peligrosos han aumentado en un 30% entre 1994 y 2000 y se sitúan en 386.000 toneladas, frente a las 328.000 cifradas por el Gobierno. "La minimización de residuos peligrosos en la industria vasca es un quimera inalcanzable".

Otro de los retrocesos respecto al anterior plan es el reciclaje, ya que se habla de un 30% cuando en 1994 se "perseguía valorizar el 46% de los residuos peligrosos", y el rechazo a la inspección y control de los productores y gestores de residuos. "Desde 1995 han eliminado dichas actividades fiscalizadores, desmantelando la unidad de inspección de servicio de residuos peligrosos". Por ello, consideran "ineludible" que los medios de inspección "vuelvan a ser operativos de inmediato".

Los ecologistas afirman que es "difícil de crecer" la puesta en marcha de un impuesto ecológico por el depósito de residuos en vertederos y defienden que se retome la creación de una comisión de seguimiento que supervise la ejecución de todo el plan. Finalmente, destacan que no haya datos sobre los residuos de lindane, porque sostienen que, además de los enterrados en los depósitos, persisten 4.500 toneladas desperdigadas en otros focos.