Carod rechaza la división entre nacionalistas y no nacionalistas

El líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod, explicó que su partido ha hecho posible el Gobierno catalanista de izquierdas porque rechaza que en Cataluña se instale una situación política de "empate infinito" entre nacionalistas y no nacionalistas. "Cataluña no es el País Vasco, ni Quebec, ni Irlanda", afirmó. Carod reclamó "el derecho" a que "dejen hacer" al nuevo Gobierno. En su opinión, es de justicia que las izquierdas tengan esta oportunidad, "como la han tenido los que han gobernado durante 24 años".

Desde que desechó formar el frente nacionalista con CiU, Esquerra Republicana ha sido objeto de fuertes críticas por los perjudicados por su opción. Carod les respondió ayer, con la solemnidad de la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat, que la nueva mayoría parlamentaria "tiene como mínimo tanta legitimidad y catalanidad como la anterior". Y dirigiéndose a los bancos de CiU, remató: "Ni Cataluña es un partido, ni la Generalitat puede ser gobernada únicamente por un partido".

A partir de ahora habrá, pues, "catalanistas en el Gobierno y catalanistas en la oposición". Y una de las virtualidades del nuevo paisaje político, posible gracias a esta "decisión estratégica" de ERC, será que permitirá una "más fácil incorporación de nueva gente" a la catalanidad, según Carod.

Tanto la presencia de ERC en el nuevo Gobierno como la demanda de nuevo Estatuto y nueva financiación han generado, reconoció el líder republicano, "miedo en unos, y esperanza en otros". Y esto en unos momentos, añadió, en que las fuerzas de la reacción "se reafirman" en España. Por esto, Carod quiso leer el párrafo del pacto tripartito en el que se indica que si el Gobierno central o las Cortes cierran las puertas a la voluntad de Cataluña, expresada en la propuesta de nuevo Estatuto, "la ciudadanía catalana será llamada a pronunciarse mediante el procedimiento de consulta general que se estime más oportuno en aquel momento".

El futuro conseller en cap dedicó también una buena parte de su intervención a explicar algunas políticas en materia de educación, infraestructuras, inmigración, en favor de las pymes y del comercio urbano. Anunció el propósito de alcanzar un "pacto nacional" sobre educación, así como una carta de derechos sociales. Destacó que entre sus proyectos se halla el de establecer por ley un complemento para las pensiones más bajas. "Y si en Madrid no les gusta, que se aguanten", dijo.

El dirigente republicano pidió a Maragall, antes de anunciarle que los diputados de ERC votarían a favor de su investidura, que precisara su posición sobre el Plan Hidrológico Nacional. Maragall respondió pronunciándose "en contra del trasvase del Ebro, pero no en contra del PHN". Desde Cataluña debe comprenderse, explicó Maragall, que además del trasvase del Ebro, el PHN contiene muchas otras medidas que responden a necesidades largamente sentidas.

Maragall tuvo palabras de elogio para Carod. Dijo de él que ha llevado a cabo dos tareas de suma importancia, además de llevar a su partido a la cota del 16% de los votos. Una de ellas es que "ha recuperado el espacio político propio de Esquerra Republicana". Otra es que promueve "una concepción radical del catalanismo basada en una idea nacional con la que estoy de acuerdo: el orgullo de pertenecer a la comunidad que da dignidad y condiciones de vida a quienes la integran".