Maragall garantiza firmeza y legalidad en la defensa de Cataluña
Aznar afirma que el pacto incluye acuerdos que son "claramente anticonstitucionales"
La embestida del Ejecutivo del PP contra el acuerdo de gobierno alcanzado por la izquierda catalana estimuló ayer más, si cabía, la unanimidad de las respectivas direcciones a la hora de refrendarlo. A las acusaciones de inconstitucionalidad lanzadas el viernes por el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, respondió el futuro presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, garantizando que su Gobierno "no se quedará quieto" si se bloquean las aspiraciones de Cataluña y actuará con firmeza y "el mayor respeto a la legalidad".
Los consejos nacionales de los partidos de la izquierda catalana dedicaron la mañana de ayer a ratificar el pacto de gobierno negociado durante esta semana. Lo hicieron por unanimidad en todos los casos y en un ambiente que el vicepresidente de Iniciativa Verds, Jaume Bosch, definió como "de alegría y felicidad".
En la sede del PSC, el primer secretario socialista, José Montilla, se encargó de destacar varios aspectos de la actual situación catalana, ante las tergiversaciones de que a su juicio son objeto. En primer lugar, que las decisiones del PSC "se toman en Cataluña". En segundo, que "Cataluña no es Euskadi" y no ha lugar la trasposición que intenta el PP. "¡Que curioso! Aznar e Ibarretxe preferirían a Artur Mas", exclamó en este punto. En tercer lugar, Montilla exigió a Zaplana y a su Gobierno que "dejen de mentir sobre Cataluña y los catalanes y de agitar el rancio nacionalismo español".
"Propuestas preocupantes"
En las mismas horas, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ratificaba en Bruselas, informa Peru Egurbide, la acusación de inconstitucionalidad hecha por Zaplana. "Dije hace pocos días que había aspectos que me parecían inquietantes en ese pacto, y lo que se sabe hoy, y no ha sido desmentido, me parece extraordinariamente preocupante", afirmó.
"Primero", prosiguió, "porque hay acuerdos que son claramente anticonstitucionales. Cuando se dice que, si no se aprueba lo que uno propone, se va a convocar una consulta, se está muy cerca de lo que se llama el plan Ibarretxe. Segundo, porque no me preocupa que haya un partido independentista en España, pero sí que haya un partido nacional que haga pactos con ese partido en esas circunstancias. Me parece sencillamente asombroso, y sé que los ciudadanos también lo van a ver así".
Esta posición contrastó con la expresada por el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. En Rentería (Guipúzcoa), donde reinauguraba una sede del partido socialista, Zapatero dijo que el PP "llegó tarde" a la Constitución que ahora tanto invoca a su manera y "va a llegar tarde para ofrecer una forma de gobernar basada en integrar, vertebrar y convivir, en vez de deslegitimar, atacar y zaherir".
La respuesta de Maragall al PP llegó en una emocionada intervención ante los 250 miembros del Consejo Nacional del PSC, que llevaba 23 años esperando el momento de dar el visto bueno, como hizo ayer, a un programa de gobierno y a un candidato que el martes será elegido presidente de la Generalitat. "Si hay bloqueo [a las aspiraciones de Cataluña] el Gobierno de la Generalitat no se puede quedar quieto. Y preguntaremos al pueblo de Cataluña, de la forma más respetuosa con la legalidad, quede bien claro, qué piensa sobre ello".
En parecidos términos se pronunció también el líder de Esquerra, Josep Lluís Carod, después de que el consejo nacional de su partido refrendara el pacto de gobierno. "No quiero entrar en la terminología de legal o ilegal, entre otras cosas porque al PP le parece ilegal todo lo que no piensan ellos. Y si no lo es, hacen una ley para que lo sea", dijo. Pero, llegado el caso de que la propuesta de Estatuto catalán fuera rechazada o bloqueada, agregó, "un Gobierno responsable no puede dejar sin opinión al pueblo que democráticamente representa. Por tanto, si hay que consultar, se consultará".
Carod reiteró que, tras 23 años de nacionalismo conservador, "ha llegado la oportunidad del catalanismo de izquierdas" y renovó su "mensaje a la izquierda española". Este pacto representa, dijo, "la última oportunidad para hacer del Estado español un espacio de de convivencia igualitaria para todos los pueblos y culturas que viven en él".
El presidente de Iniciativa, Joan Saura, destacó el contraste entre la visión "tremendista" y el "tono franquista" de Zaplana con "la esperanza y la ilusión" que genera el gobierno de izquierdas. "Escuchar a Zaplana me recordó tiempos pasados", dijo Saura después de que la Comisión Política Nacional de ICV, su máximo órgano entre congresos, aprobara el pacto. También el consejo nacional de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), partido hermano de IU y aliado con ICV, aprobó el acuerdo de gobierno y su participación en el nuevo Ejecutivo.
El nuevo líder de la oposición catalana, Artur Mas (CiU), intentó situarse en un punto intermedio respecto a los ataques del PP. Dijo que en el programa de la izquierda "hay mucho humo" y aseguró que a la hora de la verdad "coincidirá con el programa del PSOE".
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