"Los jóvenes chinos obedecen la decisión que toma la familia sobre sus estudios"
Desde Occidente se observa atentamente a China. La reforma iniciada por Deng Xiaoping en 1978 queda ya muy lejos. La liberalización de los mercados y la rápida emergencia de una clase media con capacidad de consumo y, también, de un gran número de millonarios, muestran la profundidad del cambio en el país más poblado del mundo.
Según datos del Banco Mundial, cuando empezaron las reformas un 60% de los chinos vivían en la pobreza con sólo un dólar a día. Esta cifra se ha reducido al 7%, lo que significa que 500 millones de chinos han salido de la miseria. China ha hecho en una generación lo que la mayoría de los países hacen en siglos.
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, además, China ha aumentado su peso político en los foros internacionales, donde está adoptando un papel cada vez más activo. Estos cambios económicos y sociales llevan a una apertura política: el presidente de la República Popular, Hu Jintao, en unas declaraciones inusitadas hace sólo unos años, reclamó el aumento de "la participación ordenada de los ciudadanos en los asuntos políticos y que se garantice el derecho del pueblo a realizar elecciones democráticas y a participar en las decisiones".
"Veinte millones quieren entrar cada año en la Universidad, pero sólo lo logran seis millones"
"El acceso a Internet es completamente libre en China"
Más riqueza y más desarrollo implica más educación. Zhao Lianghong es el presidente de la Autoridad Nacional de Exámenes de Educación (NEEA), el organismo estatal chino que realiza las pruebas de selectividad que abren las puertas de la Universidad a los jóvenes.
Lianghong ha pasado unos días en Barcelona para visitar la la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), pionera en la educación por Internet, con la que la NEEA está llevando a cabo un proyecto de investigación para implantar el formato virtual para los exámenes de selectividad chinos que decidan quiénes y cuántos de los 20 millones de ciudadanos que cada año quieren acceder a la educación superior conseguirán hacerlo.
Bajo la condición de no responder a las preguntas "incómodas", Zhao Lianghong explicó a EL PAÍS los cambios en el sistema universitario chino.
Pregunta. ¿Cómo funciona la NEEA?
Respuesta. Es un organismo que siempre dependía del Ministerio de Educación, pero que a partir de 1987 empezó a independizarse. Al principio, sólo nos encargábamos de gestionar los exámenes de bachillerato, pero en 1992 empezamos a hacer exámenes por libre, con itinerarios de ciencias o de letras,de acceso a la Universidad. De ahí la colaboración con la UOC, para estudiar la posibilidad de implantar pruebas virtuales. Se trata de organizar el examen. Todos los bachilleres que quieren entrar en la Universidad pasan por aquí.
P. ¿Han cambiado de alguna forma el tipo de exámenes con respecto a años atrás? ¿Están los exámenes más ligados a los estudios técnicos?
R. Ciertamente, se han cambiado los contenidos, y ahora en las pruebas se da más importancia a los conocimientos técnicos. En este sentido, en China el sistema universitario está viviendo una revolución. Los contenidos se han cambiado: al principio, sólo era un examen de nivel académico; ahora se refiere también a las capacidades concretas para ingresar en la Universidad. Es una selección muy dura y debe conocerse la capacidad del alumno para afrontar la Universidad.
P. ¿Cuántos jóvenes se examinan en la NEEA cada año?
R. Unos veinte millones de jóvenes, pero sólo consiguen acceder al sistema universitario seis millones. Se calcula que de todos los jóvenes en edad de inicio de la Universidad, sólo un 15% acceden a ella. El resto empiezan a trabajar, o hacen estudios técnicos, de artes aplicadas. Un tipo de formación de periodos más cortos.
P. Dado el despegue económico de su país, ¿qué se prioriza ahora en los estudios?
R. Hay una tendencia clara hacia las áreas técnicas y tecnológicas, porque está claro que es en estas áreas donde hay más posibilidades de encontrar trabajo. Pero desde el Gobierno somos conscientes de que no hay que olvidar otros ámbitos de estudios y que hay que hacer un mayor esfuerzo para tener mayor conocimiento de las áreas de humanidades.
P. ¿Cuál es el perfil actual de los universitarios? ¿Y de mujeres?
R. Lo cierto es que los jóvenes urbanos tienen más posibilidades de estudiar en la Universidad. Pero depende de los distritos. Los jóvenes rurales tienen un poco más de posibilidades. Respecto a la pregunta sobre las mujeres, opto por no contestar.
P. ¿Cuántas universidades tiene el sistema educativo chino?
R. Hay dos tipos de universidades: las destinadas a los jóvenes, con perfiles de estudios más generales, que están por la zona de la costa, en Pekín, en las ciudades más importantes. Éstas serían unas mil. Después están las destinadas a los adultos, que son unas ochocientas.
P. ¿Qué grado de libertad tienen los jóvenes para elegir sus estudios?
R. La mitad de ellos eligen hacer lo que quieren, lo que les interesa. Pero la otra mitad de los alumnos, no. Los jóvenes chinos obedecen la decisión que toma la familia sobre sus estudios.
P. En El foro de Davos se dijo que China estaba a punto de vivir su más importante transformación social. ¿Hay un esfuerzo desde el Gobierno para incrementar y mejorar el sistema educativo?
R. No tengo los datos de inversión en educación, pero la verdad es que comparado con otros países, el gasto es bastante bajo. En los últimos años el Gobierno está haciendo frente a estos problemas y está intentando cambiarlo. El presupuesto se va a incrementar.
P. La idea del cambio también se ve con este paso que quieren dar de pasar de los exámenes tradicionales a los exámenes virtuales. ¿Cuándo harán el salto de un sistema a otro?
R. Todavía no estamos seguros de que vamos a utilizar este sistema, pero el primer paso es ver, estudiar y conocer cómo funciona la educación virtual. Ya veremos. Para eso estamos aquí en la UOC, para estudiar diferentes posibilidadess.
P. ¿El uso de Internet es abierto en China?
R. Sí, ahora el acceso a Internet es libre, no hay problema. Está claro que es a través de las tecnologías que los alumnos podrán acceder a mayores estudios, pero de momento estamos investigando cómo se puede aplicar para la mejora de los estudios. Aunque, por ahora, los exámenes no. El modelo de exámenes tradicionales está demasiado integrado en la cultura china, y hay que ver cómo pueden hacerlo y cómo pueden aceptarlo. Hay que tener en cuenta que no deben copiar o hacer trampas.
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