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Reportaje:

Los estudiantes 'pasan' mucho

Las elecciones de la Universitat agudizan la tendencia a la baja en la participación del alumnado

Las elecciones del pasado jueves en las que los estudiantes de la Universitat de València tenían que elegir a sus representantes en el órgano rector del claustro han reafirmado la tendencia a la baja en los índices de participación. A falta de los resultados oficiales, las principales asociaciones que han concurrido a las elecciones coinciden en destacar el mal dato que todas ellas manejan: sólo en torno al 6% o el 7% del censo ejerció su derecho a voto. Se trata de la participación más baja desde la introducción del sistema democrático en el funcionamiento de la Universitat de València.

Un porcentaje, de otro lado, muy similar a la media española de participación. De hecho, la implicación de los alumnos y de los profesores en las elecciones de la Universitat de València siempre ha sido superior a la que arrojaba el promedio estatal. Joan Enric Úbeda, delegado de estudiantes de la institución académica, recuerda esta situación, si bien prefiere aplazar el análisis de la participación en las recientes elecciones hasta que el próximo martes se hagan públicos los resultados oficiales provisionales.

Sólo del 6% al 7% votó el jueves, según las principales asociaciones

Úbeda sí que constata la tendencia a la baja que parece tener su punto de inflexión en 1999. Hasta entonces el porcentaje fluctuaba entre el 15% de 1996, el 20,7% de 1997 o el 19,3% de 1999; a partir de las siguientes eleciones, el índice pasa al 17,14% en el 2000, el 14,4% en el 2001, y el 9,3% del 2002. La mayor participación se registró el año 1986, primeras elecciones que se celebraron, con el 36%.

"Hay que analizar todos los datos y contrastarlos con los obtenidos en otras instituciones o elecciones comparables con las de la Universitat de València para extraer conclusiones", explica.

Quizá se trata de un proceso de homogeneización en el comportamiento de los estudiantes valencianos con respecto a los modos de otras universidades españolas. El delegado de estudiantes responde que cabe la posibilidad, pero insiste en que se necesitan todos los datos y realizar un estudio para poder pronunciarse.

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Pau Recuenco, portavoz de Campus Jove, la asociación que ganó el jueves las elecciones, y Dolors Gimeno, del Bloc d'Estudiants Agermanats (BEA) que suma, junto a Itaca, una de las más importantes representaciones, coinciden en calificar de preocupante la baja participación en las elecciones -a las que estaban llamados a votar alrededor de 47.500- pero difieren en sus análisis.

Recuenco comenta que los "los jóvenes no se implican tanto". No se debe tanto a una razón de pasotismo de los estudiantes como a que "el exceso de información impide una buena clasificación de la misma". No se conoce muy bien las funciones de los representantes estudiantiles y ni se calibra la importancia de la cita electoral. Apunta, por ejemplo, que en la Facultad de Economía un tercio de los votos fue en blanco. "El mensaje no llega, quizá también influye el cansancio de que se vota todos los años", añade este estudiante de Economía.

"Veo mucho desencanto a partir de la LOU (Ley Orgánica de Universidades", apunta Dolors Gimeno. Cada vez hay menos implicación; cada vez cunde más la sensación de que el voto no sirve para nada", añade. Incluso en un facultad como la de Derecho, prosigue la estudiante precisamente de leyes, que la gente debería estar más concienciada en el uso del sistema democrática, la participación es muy baja. "Desinformación no hay, porque se entrega toda la documentación y está la campaña institucional, y sí un poco de pasotismo", concluye.

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