"Las pequeñas empresas no somos un sucedáneo de nadie"
Le cunde el tiempo aunque dice que tiene poco. Pedro Reig (Dénia, 1952), además de comerciante es, entre otras cosas, presidente de Covaco (Confederación Valenciana de Comercio) y desde hace casi quince días también de L'Empresarial, nacida en 1995 y que convive en territorio valenciano con la otra patronal de pymes, Cepymeval, constituida recientemente en el seno de Cierval. Reig se plantea como gran reto buscar una voz única en defensa de las pymes valencianas. Para ello, explica, hay que "cambiar el chip", hacer un esfuerzo "unos y otros" y hablar.
Pregunta. ¿Por qué dudó tanto a la hora de optar a la presidencia de L'Empresarial?
Respuesta. Más que nada por cuestiones personales. Tienes que ocuparte, no son cargos retribuidos y tienen un coste personal. Estoy embarcado en el proyecto Covaco y quiero llevarlo a cabo. Tampoco quiero ser el causante de ninguna distorsión dentro de las organizaciones empresariales. Nadie me tiene que negar la fidelidad a las pymes porque hemos apostado por un modelo en el 95 que es L'Empresarial porque había que cubrir un espacio en defensa de las estas empresas que no estaba cubierto. Pero a lo largo de estos años han pasado muchas cosas: ha habido cambios políticos, incluso el nacimiento, este año, de una organización nueva que también está dentro del espectro de las pymes. Las pymes son el 95% del tejido empresarial de este territorio y el 90% son microempresas o pequeñas, más que medianas. Las cuestiones de representación no se tienen que hacer sólo por ocupar una silla o estar en un sitio sino para servir a los intereses de los pequeños y medianos empresarios. Siempre prevalecen los intereses de los grandes empresarios, porque tienen mayor poder económico. Esto lo tenemos que limar.
"El peligro que tenemos es caer en un exceso de liberalismo económico"
"Siempre prevalecen los intereses de los grandes empresarios, que tienen más poder"
P. ¿Por qué cree que una parte de la Asamblea no le votó?
R. He salido presidente con el 72% de los votos. Creo que se ha hecho un ejercicio democrático en estas elecciones y cada delegado, como representante de los empresarios, ha votado a quien creía. Es la democracia en activo y no las elecciones a la búlgara a las que nos tienen acostumbrados algunos colectivos. Los votos son secretos y no puedo decir qué organización me ha votado o no. He aceptado trabajar por todos y si mi reto es la unificación de ese espacio para todas las pymes, he de tratar de convencer dentro de mi organización, si me queda alguien por convencerlo.
P. "Nuestra organización no es más grande y fuerte porque los empresarios no hemos querido que fuera", dijo tras su elección. ¿Qué falla?
R. Un conjunto de cosas. Llevar una organización empresarial es muy complicado porque se necesitan muchas horas. A lo mejor, por esa falta de tiempo nos hemos relajado excesivamente y nos hemos preocupado de temas muy puntuales. No hemos querido una estructura cara, de mucha gente asalariada porque sabemos lo que vale un duro. L'Empresarial siempre ha sido muy austera y esto nos ha traído unas debilidades. ¿Ahora cuál es el camino?. Creo que no es continuar teniendo voluntad de bonsai.
P. ¿Qué camino debe seguir la organización?
R. Hay que fortalecer L'Empresarial de forma que ocupe de verdad el espacio ese de representación que está en las pymes, fortalecer al empresario a través de las alianzas necesarias con todo tipo de organizaciones, pero no sólo de la Comunidad Valenciana, sino en todo el entorno mediterráneo desde el sur de España, pasando por las islas hasta a Cataluña, donde los problemas de los empresarios son los mismos. Es un trabajo que vamos a iniciar ya y es básico porque no avanzaremos en otros temas si no somos capaces de trabajar por el conjunto de la sociedad valenciana en este aspecto.
P. ¿Puede concretar qué significa su llamada a negociar un espacio real para las pymes?
R. Las pequeñas empresas no somos un sucedáneo de nadie y necesitamos una organización propia que nos represente y nos ayude de acuerdo con la importancia que tenemos y al valor que aportamos al desarrollo económico de nuestra comunidad. Ese espacio existe y prueba de ello es que no hacemos más que crear organizaciones para copar ese espacio, pero verdaderamente no nos hemos preocupado de ese espacio hasta ahora porque, si no, igual que L'Empresarial nació en el 95 podría haberlo hecho antes o igual de Cepymeval nació en 2003 podría haberlo hecho antes. ¿Por qué estas cosas tienen que hacerse como rabieta de unos y otros? Concretar el espacio significa hacer el esfuerzo por parte de unos y otros, de sumar, sumar, sumar para ganar, ganar y ganar. No se trata de entrar en una guerra de representación, sino de sentarse a hablar. Vamos a cambiar el chip y sentémonos.
P. Su predecesor, Miquel Portal, habló, en junio, de la experiencia catalana (donde las dos organizaciones de pymes acordaron convertirse en interlocutor único manteniendo su independencia) y se mostró dispuesto a pensar en un proceso similar en la Comunidad Valenciana. ¿Opina lo mismo?
R. Quiero sentarme a hablar y llegar a acuerdos. Si no llego a acuerdos, será que no sirvo para este trabajo y que tendré que dedicarme a otra cuestión. Y cada uno que cargue con su responsabilidad. El modelo Pimec-Sefes / Foment del Treball es el primero en España que ha realizado este avance y es positivo. Luego ya veremos cómo se hace la intendencia, si tú tienes dos bolígrafos y yo uno, eso es sencillo. El problema pueden ser las sillas. Este presidente, y quienes me conocen bien ya lo saben, no viene aquí por ninguna silla sino por un objetivo. Mi voluntad es de sumar.
P. ¿Ha levantado ya el teléfono?
R. Aún no porque nuestro primer comité ejecutivo será el día 3 y el comité tomará determinadas decisiones pero no todas. A corto plazo iremos enfocando temas, llegando a acuerdos internos y tomando decisiones. No es que tengamos todo el tiempo del mundo porque me marco un plazo medio y estoy dispuesto a conseguir en mi mandato esta unión del empresario. Es un reto que me he marcado y que iremos desarrollando sin prisas pero sin pausas.
P. El mensaje de unir fuerzas se repite en discursos diversos pero de forma ambigua. ¿Por qué no se habla más claro, no hay voluntad real o el primer paso es muestra de debilidad?
R. Nadie me puede achacar que no lo he intentado. Cuando era presidente de la Federación de Comercio de la Provincia de Alicante, cuando el de Coepa era José Luis Montes Tallón y el de la Cierval era Jiménez de la Iglesia y Luis Espinosa era el secretario general, en el año 94, propicié una reunión en Dénia, mi pueblo, en la que dije no entender por qué tenemos que mirarnos al ombligo, poniendo en frente a las demás organizaciones. La organización valenciana más antigua de pymes es Pymev, que apoyó el nacimiento de Cepymev y años después tuvo que salirse por esa debilidad que aún denunciamos: la falta de auténtica representación de las pymes, de voces autorizadas. Pero, como a veces es una cuestión de sillas, de poder, hay que ser paciente y esperar a que las personas se hagan viejas, que la edad, como decía Winston Churchill cambia la mentalidad. Hará falta que nos pongamos de acuerdo en quién será el portavoz de los dos, tendrá el despacho más grande o más pequeño. No estoy diciendo que me entregaré a cualquier precio, no nos tenemos que entregar sino sumar a un proyecto para ganar todos. No tenemos grandes despachos, ni coches oficiales, ni grandes patrimonios económicos, pero sí una gran capacidad de trabajo, de espera y de negociación. Cuando hablas con la gente de la calle estamos liándola con muchas siglas.
P. ¿Cuáles cree que serán las grandes batallas de las pymes?
R. El mundo cambia cada día, influido por cuestiones externas. El peligro que tenemos es caer en un exceso de liberalismo económico. Hay que tener la habilidad de hacer economías sostenibles. Hablamos de regulación, de que todo no vale para obtener los resultados de las empresas, hay que pensar en los empleos estables, en el tejido empresarial de pymes valenciano.
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