El PSC confía en alcanzar un acuerdo con Esquerra Republicana antes del próximo viernes

La semana que viene será decisiva para conformar la nueva mayoría de Gobierno en Cataluña. Y los negociadores del Partit dels Socialistes (PSC) esperan poder cerrar el pacto con Esquerra Republicana (ERC) antes del próximo viernes, día 5 de diciembre, cuando constituirá la Mesa del Parlamento de Cataluña. Así lo manifestó ayer el primer secretario socialista, José Montilla, al término de la larga sesión de trabajo -más de tres horas- que mantuvieron delegaciones de ambas formaciones. Tanto el PSC como ERC constataron la existencia de "más coincidencias que discrepancias".

De creer lo que se afirma al término de las reuniones en las que se negocia cuál será la nueva mayoría parlamentaria, todo parece ir sobre ruedas. Incluso las discrepancias "son salvables", según se encargaron ayer de subrayar tanto el socialista José Montilla como Joan Puigcercós, vicesecretario de Esquerra Republicana. Así que de reuniones de tres horas como la de ayer sólo pueden salir grandes unanimidades.

Hoy se verá si la reunión de ERC y CiU consigue mantener ese buen tono. "Existe un altísimo grado de coincidencia, no sólo en los papeles sino en el espíritu y la voluntad", declaró al término de la larga sesión de ayer Ernest Maragall, el otro negociador del PSC.

Las "discrepancias", según los representantes socialistas, surgieron en dos asuntos: el futuro régimen fiscal de Cataluña y si las conclusiones de la comisión de autogobierno del Parlamento de Cataluña deben servir o no como base del fututo Estatuto catalán. Dos problemas, se apresuraron a matizar los negociadores, perfectamente superables. Pero la paz y la concordia tienen los días contados, pues tarde o temprano deberán romperse. ERC sigue empecinada en mantener su tesis de Gobierno de concentración; los socialistas defienden un Gabinete tripartito de izquierdas, y los convergentes no están dispuestos a atarse las manos si pueden influir en un futuro Gobierno de la nación formado por el PP. La cuerda deberá romperse en algún momento y uno de los dos grandes caerá al vacío de la oposición. "Nosotros insistimos en el Gobierno de concentración nacional sin condiciones y ahí los convergentes dicen que quieren la presidencia y los socialistas que prefieren un tripartito de izquierdas", subrayó con énfasis Puigcercós, quien añadió: "Sí que hemos oído las palabras que Pasqual Maragall pronunció ayer [por anteayer] favorables a un pacto tripartito, pero nosotros no cambiamos de opinión". Todas la fuentes consultadas daban ayer como muy probable que la presidencia del Parlamento -por asentimiento de los partidos mayoritarios- recaiga el próximo viernes en Ernest Benach, negociador republicano junto a Puigcercós. La elección de la Mesa puede visualizar la futura política de alianzas, aunque desde Esquerra aseguran que ambas cosas pueden no tener nada que ver. No obstante, los republicanos, aunque sin tantas prisas como socialistas o convergentes, no quieren que las negociaciones se eternicen y la próxima semana podría ser un buen momento para llegar a este acuerdo de Gobierno. También la próxima semana es muy probable los dos grandes sindicatos -CCOO y UGT- redacten un manifiesto de apoyo a un Ejecutivo que propicie el cambio más allá de las siglas, aunque sin explicitar demasiado para "no inmiscuirse".