El 28% de los embarazos registrados en Barcelona acaban en aborto voluntario

"La gente sabe a qué se arriesga si no usa el preservativo en una relación sexual, pero muchos siguen sin utilizarlo". Lo afirmó ayer el concejal de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Ignasi Fina, al intentar explicar por qué la tasa de abortos voluntarios se ha duplicado durante la última década en la capital catalana. Y es que 28 de cada 100 embarazos acaban en aborto, especialmente entre las menores de 20 años, en cuyo caso la tasa se eleva hasta el 74%.

El aumento del número de abortos voluntarios es uno de los aspectos más llamativos de la encuesta de salud que cada año realiza el Ayuntamiento de Barcelona, que en esta edición ha prestado especial atención a la salud materno-infantil. Es en este ámbito donde más han cambiado los hábitos de los barceloneses, sobre todo a causa de la llegada de inmigrantes y de la progresiva normalización del aborto para poner fin a embarazos no deseados.

Según Ignasi Fina, la mayor parte de los estudios coinciden en que la población tiene un buen nivel de información sexual, pero ello no impide determinadas conductas "de riesgo". Ello incluye el escaso empleo del preservativo, la mala utilización de éste y también el no acudir a un centro sanitario para obtener la llamada pastilla del día siguiente.

Todas estas razones explican que el 75% de los abortos se practiquen tras un embarazo no deseado. Sólo el 25% restante se hace por alteraciones en el feto.

Pero las cifras se disparan en las chicas menores de 20 años. En la última década, pese a las campañas de sensibilización, los embarazos se han triplicado en esta franja de edad, lo que ha repercutido directamente en el número de abortos. Hoy en día tres de cada cuatro embarazadas menores de 20 años deciden abortar.

Los servicios municipales de salud también dan cuenta del progresivo aumento de la natalidad desde que ésta tocó fondo a mediados de la década de 1990. Desde 1999, cada año se han registrado en la ciudad unos 250 nacimientos más que en el anterior. Y en ello han influido dos factores: la inmigración y la decisión de ser padres que han tomado los miembros de la generación del baby boom, nacida en los años sesenta.

La maternidad en edades más avanzadas también sigue aumentando. En los últimos 10 años se ha incrementado notablemente la proporción de mujeres que optan por tener un hijo después de los 35 años: ha pasado del 15% a casi el 33% en 2002. Por distritos, Ciutat Vella es donde más se ha incrementado la natalidad, casi el 30%. Le siguen los distritos de Sants, Nou Barris, Horta y el Eixample.

Salud mental

Por otra parte, uno de los mayores problemas que destaca la encuesta de salud es el elevado índice de personas que sufren problemas psicológicos: el 10% de los hombres y el 17% de las mujeres. Ellas son especialmente vulnerables durante la vejez y en situaciones de viudedad. En los hombres, en cambio, los problemas psicológicos se distribuyen de forma más uniforme a lo largo de toda la etapa adulta. Pero lo que más preocupa a Ignasi Fina es que los problemas psicológicos no se descubren a tiempo. "Sólo el 16% de los hombres con problemas psicológicos acuden a un profesional", lamenta el concejal. En el caso de las mujeres, el índice sube hasta el 18%.

Las personas en paro y con contratos de trabajo temporales son las que "sufren más en el aspecto psicológico", explicó Fina. Estas alteraciones de tipo psicológico, psiquiátrico o emocional "también se incrementan entre las mujeres más ancianas y con menos nivel educativo", aseguró el concejal de Salud. Abordar la situación será una de las prioridades del Ayuntamiento, puesto que en Barcelona la población de más de 65 años ya supone el 23% del total.