Aznar alerta a los catalanes del riesgo que supone Esquerra

"Es imposible estar tranquilo ante la posibilidad de que un partido que defiende la independencia, como Esquerra Republicana, entre en el Gobierno". El mensaje lanzado ayer en Barcelona y ante los empresarios catalanes por el presidente José María Aznar no pudo ser más claro: era una advertencia sobre la "inestabilidad" que, a su juicio, entraña la actual composición del Parlamento catalán. Las palabras presidenciales tuvieron menor resonancia que en otras ocasiones por la ausencia de importantes exponentes del empresariado.

El cansancio de las patronales catalanas ante la reiterada insistencia de José María Aznar en los supuestos peligros de Esquerra Republicana pudo estar en el origen de las notables ausencias que ayer registró el previsto desayuno en la Cámara de Comercio de Barcelona. De las 300 personas que habían confirmado su asistencia al acto, sólo 210 acudieron a la cita. Ni el presidente de Fomento del Trabajo, Juan Rosell, ni la plana mayor del Círculo de Economía, ni directivos significados de La Caixa estuvieron entre quienes acompañaron a Aznar.

Al margen de la actividad del presidente en Barcelona, los contactos entre los partidos catalanes para formar mayoría de Gobierno prosiguieron ayer. El Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) constataron una amplia coincidencia en su proyecto de futuro: ambos están de acuerdo en un Ejecutivo de la izquierda plural que excluya a Convergència i Unió.

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, rechazó ayer rotundamente la posibilidad de un Gobierno de coalición encabezado por Artur Mas y con la participación de los socialistas. En su opinión, esta posibilidad supondría "un fraude" porque los ciudadanos catalanes votaron a favor de un cambio, incluso "más cambio" del que el PSC pedía.