Asier Huegun llega a San Sebastián fuerte de ánimo y agradecido por la ayuda recibida
Asier Huegun levantó el puño izquierdo en cuanto pisó ayer la pista de aterrizaje del aeropuerto de Hondarribia. Fue la única señal de felicidad que exteriorizó el joven donostiarrra, liberado el pasado lunes tras permanecer secuestrado 72 días en Colombia por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Poco después, ante una multitud de periodistas que esperaban su llegada en el recinto aeropuertuario, confesó que regresa a su casa "muy bien" de ánimo y de salud. Con la misma barba cerrada con que fue puesto en libertad, vestido con unos pantalones vaqueros y una chaqueta de lana, el joven, de 29 años, también quiso agradecer el apoyo y las muestras de solidaridad que ha recibido durante su cautiverio.
Primero en euskera y después en castellano, Huegun pidió "por favor" a los periodistas que se respetara su voluntad y la de su familia de "estar tranquilos" durante toda la jornada de ayer. Este mediodía comparecerá en San Sebastián ante los medios de comunicación. Huegun, quien estuvo acompañado en todo momento por sus padres y un religioso jesuita que ha ayudado a la familia durante el proceso para su liberación, llegó procedente de Madrid. Durante el trayecto se mantuvo "muy discreto en todo momento", según comentó un pasajero del mismo vuelo.
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