El PP tacha de "revival de naftalina" el homenaje a las víctimas de Franco

El homenaje a las víctimas del franquismo que organizan en el Congreso todos los grupos, salvo el PP, fue despreciado ayer por el portavoz parlamentario del Gobierno, Luis de Grandes, como un "revival de naftalina". Pese a la oposición del grupo mayoritario de la Cámara, la organización del acto, previsto para el lunes 1 de diciembre, sigue su curso. Se espera acoger a más de 300 personas, casi todos ancianos.

El acto ha sido promovido por Izquierda Unida, pero se han sumado todos los demás partidos, incluido Coalición Canaria, tradicional socio del PP. Sin embargo, De Grandes utilizó el hecho de que sea la federación de izquierdas quien lidere esta iniciativa para desdeñarla: "No sé cómo definirlo, son estas cosas de IU, con su lenguaje antiguo que suena un poco a revival de naftalina. Están empeñados en hacer un homenaje a no se sabe quién".

Ese quién está bastante definido ya, a una semana del homenaje. Los grupos de la oposición se han dirigido a las distintas asociaciones que representan la memoria del antifranquismo. Las más importantes son de ex guerrilleros, de ex presos políticos y ex brigadistas internacionales, además de los familiares de los republicanos asesinados y enterrados en fosas comunes. Cada asociación, en total una treintena, está enviando un listado de personas que acudirán al homenaje. Ya hay problemas de espacio. Se habilitará para este acto la sala más grande del Congreso, la de Columnas, pero es posible que no baste, porque además casi todas las personas que acudirán son ancianos que no pueden estar de pie.

A todos se les entregará un diploma como "luchadores de la libertad" y se les acompañará a visitar el Congreso. Quienes están contactando con estas personas sostienen que están muy ilusionadas porque durante los últimos 25 años han tenido la sensación de ser los grandes olvidados de la democracia, ya que nadie les ha reconocido nunca su labor.

De Grandes, sin embargo, no considera necesario este homenaje, enmarcado en las conmemoraciones por los 25 años de la Constitución, porque en su opinión significa "volver al pasado". Sostiene que la Carta Magna no se hizo entre "vencedores ni vencidos" y acusó a IU de querer sacar ahora "restos de odios". El PP insiste en que este asunto debió quedar cerrado con la proposición aprobada el 20 de noviembre de 2002, en la que se condenaba el golpe militar de Franco. Pero distintas asociaciones se quejan de que esa iniciativa no se ha aplicado. IU recuerda además que el texto de esa proposición contemplaba expresamente el "deber de proceder al reconocimiento moral de cuantos padecieron más tarde la dictadura franquista".

Felipe Alcaraz, portavoz de IU, está indignado con la negativa del PP. Sostiene que con su actitud este partido demuestra que "no ha entendido la historia de España", y recuerda que mientras el PCE, partido mayoritario de IU, defendía el sí al referéndum constitucional, el presidente del Gobierno, José María Aznar, y su partido, Alianza Popular, defendían la abstención.