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Reportaje:RELEVO EN LA FEDERACIÓN DE MUNICIPIOS

"No a la moción y no al 'plan Ibarretxe"

Varios alcaldes dejaron claro su apoyo a la Constitución, pero votaron en contra de la propuesta por la "utilización" del PP

Carlos E. Cué

Lo bautizaron inmediatamente como el paseíllo. Decenas de alcaldes se vieron obligados ayer a desfilar por la mesa presidencial y aclarar ante las televisiones y todos sus compañeros su posición respecto a la moción contra el plan Ibarretxe que presentó el PP. Todos los socialistas, muchos de los de Izquierda Unida y otros tantos nacionalistas y regionalistas están en contra de ese plan. Pero tampoco podían aceptar la "utilización" de la Constitución que, según insistían, estaba haciendo el PP. Por eso la mayoría de los alcaldes, en vez de votar simplemente "no" a la moción, añadieron coletillas como "sí a la Constitución, no al plan Ibarretxe".

El desfile de alcaldes indignados se sucedía en medio de una evidente tensión, que en ocasiones llegó a los insultos, con pitidos de una parte y aplausos de la otra. Hasta que subió al estrado Ana Urchueguía, alcaldesa de Lasarte, amenazada por ETA, que ha visto morir a su teniente de alcalde a manos de los terroristas. Hubo un silencio, se acercó al micrófono, y con voz firme, dijo: "No a la moción, no al plan Ibarretxe". Un grupo de alcaldes del PP comenzó a pitar y abuchear, como había hecho con todos los que no se limitaban a decir "no". Pero enseguida quedaron silenciados porque todo el auditorio, salvo la zona del PP, se puso en pie para ovacionar a Urchueguía, que volvía a su asiento. "¿Y quién es esa?", preguntaba sorprendida una joven delegada del PP. "Es una amenazada por ETA. Hay que ver estos socialistas lo que hacen pasar a su gente", le respondía un compañero.

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La lentísima votación se convirtió rápidamente en una reivindicación del derecho a discrepar del PP. Cada alcalde se inventaba su propia manera de hacerlo. "No a la moción, no a los que nos metieron en este lío". "No, pero sí a la Constitución, como desde hace 25 años". "Siempre con la Constitución, ¡no a este teatro!". Otros simplemente gritaban con fuerza un "no" que retumbaba en toda la sala, mientras la bancada popular bramaba: "¡Dejad ya de ladrar!". La unidad entre socialistas y nacionalistas llevó a un alcalde a gritar en catalán: "No, ¡Viva la España plural!". Otro trató de increpar al PP: "¡Os debería dar vergüenza!", pero el terrible abucheo cortó en seco su discurso.

Cada alcalde o alcaldesa que votaba "no" y añadía algo o gritaba mucho tenía que enfrentarse a algunos reproches de la bancada popular cuando bajaba del escenario. La tensión amenazó en ocasiones con llegar a mayores, porque los ediles del PP estaban indignados con la idea de que todo el mundo utilizara el micrófono para atacarles, aunque fuera indirectamente. Alguno tuvo que actuar de pacificador cuando la situacion se agravaba. Además, aunque sólo fuera en cuestión de imagen, al PP le perjudicó su estrategia de delegar muchos votos en muy poca gente. Porque durante más de una hora desfilaron alcaldes de toda España diciendo "no" a la propuesta del partido del Gobierno, mientras los "sí" eran casi anecdóticos.

Alfonso Alonso y Rita Barberá, alcaldes del PP de Vitoria y Valencia, respectivamente, insistían en defender que el posible pacto en Cataluña de los socialistas con Esquerra Republicana les había impedido votar algo con lo que están de acuerdo.

Todos los ediles de la izquierda y nacionalistas estaban indignados con el paseíllo. "Desde la prepotencia no se consigue nada. No entramos en el contenido, sólo pretendían romper la unidad", se quejaba Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, de IU, que votó "no" a pesar de que siempre ha sido muy crítica con el plan Ibarretxe. Pedro Castro, el alcalde socialista de Getafe, estaba muy enfadado: "Hacerle un examen de patriotismo a Ana Urchueguía, que tiene que ir al ayuntamiento con tanqueta, es cruel". Antoni Siurana, de Lleida, ironizaba: el PP ha logrado que Paco Vázquez lidere la España plural. Eso sí que es increíble".

Juan Alberto Belloch, alcalde socialista de Zaragoza, preguntaba al PP si ahora también llamaría a Urchueguía "separatista". La propia alcaldesa de Lasarte confesaba que había pasado "un mal trago", y se quejaba de que el PP llegara a estos extremos por "interés partidista".

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