El 'caso Jackson' conmociona a Estados Unidos
Hace diez años, el fiscal se quedó sin acusador, pero, tras el cambio de la ley, el cantante deberá enfrentarse ahora a la justicia
Michael Jackson, el autodenominado Rey del Pop, quien en la cresta de su fama en la mitad de la década de los ochenta vendió 47 millones de copias de su álbum Thriller, ha sido siempre un personaje controvertido de proporciones míticas. Reconocido y admirado en los cuatro puntos del planeta por su enorme talento para la música y la danza, se le ha visto al mismo tiempo con extrañeza o rechazo por su conducta fuera de los estudios de grabación o las salas de concierto.
No es casualidad que, en el día de su detención en el condado de Santa Bárbara, en California, las imágenes de un Jackson esposado desplazaran en Estados Unidos a noticias como la visita del presidente George W. Bush al Reino Unido o las explosiones contra intereses británicos en Estambul que causaron 28 muertos. Las tres principales cadenas estadounidenses de televisión (ABC, CBS y NBC) interrumpieron el jueves su programación regular para lanzar programas especiales sobre el último escándalo en torno al artista. "Michael Jackson es la más grande estrella mundial del pop", señaló la presentadora de la NBC Allison Gollust, al explicar el interés de la cadena por el caso: la acusación de haber abusado sexualmente, con actos de "lujuria y lascivia", de un adolescente de menos de 14 años.
Muchos se preguntan si las ventas de sus discos sufrirán un golpe de muerte
Incluso si hay arreglo extrajudicial, el menor estará obligado a declarar
Más allá del espectáculo circense que generó la detención y luego puesta en libertad bajo fianza de tres millones de dólares, con centenares de periodistas y cámaras siguiendo al detalle su viaje desde Las Vegas hasta Santa Bárbara, y viceversa, la cita con la justicia que el cantante tiene frente a sí no es broma. De ser encontrado culpable podría ser condenado a una pena de prisión de entre tres a ocho años por cada delito, y, según las autoridades de Santa Bárbara, será acusado de varios.
La ley penal de California ha sido modificada para facilitar la investigación y condena en casos de abuso sexual de menores. Y fue modificada precisamente después del caso de hace una década en el que Jackson fue investigado por supuesto abuso sexual de otro niño. Hoy, la ley obliga al menor involucrado a declarar en el juicio, evitando lo que sucedió en el otro caso, cuando Jackson llegó a un arreglo extrajudicial con la familia del niño y los fiscales se quedaron sin acusador.
Aun cuando la investigación policial tomó por sorpresa a todo el mundo, con los oficiales de la oficina del sheriff de Santa Bárbara registrando por la noche el inmenso rancho en el que Jackson reside con sus tres hijos, llamado Neverland, la acusación contra el artista negro tiene un tono familiar. No se trata sólo de ese otro incidente hace una década, sino de que la conducta misma de Jackson en lo que a su relación con niños se refiere ha sido siempre un tanto extraña.
El adolescente que supuestamente está hoy en el centro de la controversia (oficialmente se desconoce su identidad) apareció a principios de año en un documental que el periodista británico Martin Bashir hizo sobre la vida de Jackson. El menor, de nombre Gavin y con rasgos de hispano, aparece agarrado de la mano con el cantante y en diferentes momentos de la cinta ambos revelan que han dormido en la habitación de Jackson.
El niño conoció al artista hace un par de años, cuando éste visitó un centro médico para enfermos de cáncer. Hicieron amistad y Jackson invitó al menor y a su familia a que pasaran un tiempo con él en su rancho. Los padres del niño están separados y fue la madre quien tuvo el contacto con Jackson. Según informaciones de prensa, nunca confirmados por el cantante, Jackson dio ayuda económica a la familia y hasta alquiló un apartamento para la madre. Entre los seguidores de Jackson se habla de que la acusación de que el cantante abusó del menor está motivada por el interés económico de la madre, copiando lo que sucedió en el caso de hace diez años, cuando Jackson pagó alrededor de 20 millones de dólares para ganar el silencio del acusador. La diferencia ahora es que, incluso si hay arreglo extrajudicial, el menor estará obligado a declarar, o en todo caso los fiscales podrán utilizar en el juicio sus declaraciones hechas a psiquiatras u otros profesionales médicos.
Lo que para muchos hace levantar cejas, para Jackson es conducta normal. Cuando el entrevistador Bashir le comenta en el documental que seguramente a mucha gente le parecerá raro que un hombre de 44 años (en agosto cumplió 45) comparta la cama con un niño, Jackson responde ofendido, señalando que tales pensamientos son de gente "ignorante" o "irracional". "¿Por qué no puede uno compartir su cama?", añadió Jackson. "La cosa más amorosa que se puede hacer es compartir la cama con alguien. Es una cosa bella. Es lo correcto. Es muy amoroso. ¿Qué tiene de malo compartir un amor?" Todo esto puede ser utilizado en el juicio que encabezará el fiscal Thomas Sneddon. Se habla, por ejemplo, de que las autoridades supieron del caso debido a que el niño contó a un psiquiatra lo que había experimentado en sus noches cuando dormía en el rancho del cantante.
En el pasado, Jackson durmió con el niño prodigio del cine Macauley Culkin y con su hermano Kieran. "Son los niños los que me piden dormir conmigo", ha dicho el cantante. "No es nada sexual. Vamos simplemente a dormir. Les arropo, les pongo un poco de música y, cuando llega la hora de leer, les leo una historia. Nos vamos a dormir con el fuego y les doy leche caliente y galletitas. Es algo agradable y dulce. Todo el mundo lo debería hacer".
La familia de Jackson ha salido en defensa del cantante y explica que esto de estar rodeado de niños es cosa que él siempre hace, inclusive con los del clan Jackson. "Michael tiene 27 sobrinos y sobrinas", reveló Stacy Brown, amigo de la familia. "Los niños van a menudo al rancho y pasan mucho tiempo con su tío. Y él los adora". Jermaine Jackson, hermano de Michael, fue más lejos. No sólo defendió al cantante, sino que acusó a la prensa y a la policía de haber montado el espectáculo de su detención y de mostrar al mundo "a Michael Jackson esposado". Según Jermaine, además, la acusación contra Jackson parece "un linchamiento de la época moderna".
El líder negro Jessie Jackson echó más leña al fuego al declarar que tenía "graves preocupaciones" por la manera en que el caso había sido manejado por las autoridades. El que hubiera más de 70 policías registrando el rancho Neverland llama a sospecha, señaló Jackson. La madre de Michael, Catherine, añadió que en Estados Unidos hay dos interpretaciones de la ley, "una para blancos y otra para negros", y se preguntaba, en una entrevista publicada en el semanario alemán Bunte, si no era posible que se hubieran "plantado falsas pruebas" en el rancho del cantante.
El que Michael Jackson utilice su negritud como elemento de defensa es, sin embargo, irónico, ya que a lo largo de los años el cantante ha sido objeto de operaciones de cirugía plástica y otros experimentos médicos en un intento de parecer menos negro.
Muchos se preguntan si hoy, con este escándalo, las ventas de los discos de Jackson sufrirán un golpe de muerte. El cantante ya no vendía ni de cerca las cifras que alcanzó en sus momentos de gloria. Esta semana salió a la venta su último álbum, titulado Números unos (una compilación de éxitos pasados) y no se esperaba que se vendieran más de 80.000 copias en su primera semana, cifra respetable para cualquier otro artista pero una insignificancia para alguien de la fama de Jackson.
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